Los trabajadores de VW no aceptaron la reinstalación bajo condiciones, pese a que su deseo es volver a sus puestos en la planta armadora.
Condiciones. Aunque demostraron que la empresa vulnera su libertad de expresión y asociación, la directiva exigió que limiten sus actividades

Los 10 trabajadores de planta armadora Volkswagen de Puebla que fueron despedidos injustificadamente, exhibieron un atropello más a sus derechos por parte de la empresa automotriz, al imponerles nuevas condiciones para ser reinstalados en sus puestos, lo que consideran un nuevo atropello a su libertad sindical.

En rueda de prensa, los obreros afirman que el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida está en riesgo ante esta imposición, que podría sentar un precedente negativo para el resto de trabajadores de la fábrica automotriz.

“Nos quieren calladitos”, sentenció Gustavo Ramírez Muñoz, uno de los 10 trabajadores despedidos injustificadamente.

“Nosotros no nos hemos negado a firmar pero la empresa nos quiere condicionar. Sabemos que todos nosotros contamos con un contrato colectivo y unos estatutos sindicales, por lo que no tenemos que aceptar más cláusulas”.

Aseguró que siempre estuvieron en la mejor disposición para que el proceso de reinstalación se pueda llevar a cabo, pero Volkswagen de México continúa sin dar tregua.

“En la mesa de negociación, la empresa puso una claúsula, la cual va en contra de nuestros derechos laborales y sindicales. Fundamentalmente, nos quieren condicionar, lo cual coarta el derecho sindical”, afirmó Jorge Luis Díaz Gómez, quien también reclama la reinstalación a su puesto de trabajo.

En este sentido, los trabajadores no aceptaron la reinstalación bajo estas disposiciones, pese a que su deseo es volver a sus puestos de trabajo.

ACUERDOS DEL TMEC

Durante 45 días, la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) realizó distintas acciones de investigación y remediación y logró que la empresa automotriz publicara una carta de neutralidad, en la que se comprometió a cumplir con el marco jurídico mexicano y con el respeto y garantía de los derechos humanos. 

El pasado 12 de julio, dicho plazo de investigación terminó y la dependencia federal consideró que, efectivamente, los derechos humanos de los trabajadores fueron violentados.

La empresa aceptó la reinstalación de los demandantes a la planta armadora de Cuautlancingo, pero con una condición, que no se asocien libremente y que no realicen actos de proselitismo sindical.

El dictamen de la STPS también obliga a la empresa a publicar un documento en el que se compromete a respetar las garantías constitucionales de sus empleados. Sin embargo, esta cláusula no fue respetada por la factoría alemana.

Los trabajadores recordaron que su demanda se enmarca en los acuerdos firmados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, que garantizan el cumplimiento y protección de los derechos colectivos de las personas.

“Mantenemos comunicación constante con el gobierno de Estados Unidos (…) Desde las oficinas de Washington nos dijeron que nunca habían visto un caso en el que colocaron un condicionamiento de este tipo”, dijo Salvador Antures

Adelantó que el caso podría pasar a un panel internacional de expertos para dar resolución al caso.

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