La organización Mayo Clinic define el ‘cutting‘ o autolesión no suicida como el acto de hacerse daño a propósito, sea con el instrumento que sea. Se trata, en un plano muy general, de una manera dañina y grave de enfrentarse a las emociones.
“Las personas no suelen provocarse lesiones mortales, pero pueden ocurrir autolesiones más graves que, incluso, pongan en riesgo la vida“, detalla la organización. Es decir que, si bien en la mayoría de los casos no se trata de un intento de suicidio, no descarta que pueda llegar a suceder dada la gravedad de la herida.
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Apuntan que si bien lesionarse puede ayudar a calmar momentáneamente la sensación opresión de enojo, frustración, tristeza, etcétera, estos vuelven más tarde, pues no se están enfrentando de forma correcta. Señalan, sin embargo, que “con el tratamiento adecuado, puedes aprender formas positivas de afrontar la situación“.
Dada la gravedad o lo que implica autolesionarse, esto suele hacerse en privado. Debido a que se hacen de forma controlada y casi siempre siguiendo un patrón, puede ser sencillo identificar autolesión o ‘cutting’.
Algunas de estas formas de lesionarse, son: cortarse o picarse con algún objeto punzante, quemarse con cerillos o cigarros, morderse o golpearse a sí mismo, insertar objetos debajo de la piel, entre otros.
¿Cuáles son los síntomas del cutting o la autolesión?
- Presencia de cicatrices.
- Cortes, hematomas, mordeduras o heridas recientes.
- Provocarse una quemadura por la repetida fricción en una zona de la piel.
- Uso de mangas largas o pantalones largos para ocultar las heridas.
- Cambios bruscos de conductas y emociones.
- Dificultades para relacionarse.
Cualquier tipo de autolesión o cutting es grave y debe tomarse con la seriedad debida, por ello es importante solicitar ayuda si te autolesionas o has pensado en lastimarte para calmar tus sentimientos y emociones.
Con información de Mayo Clinic.