La falta de infraestructura energética en el sureste de México trae implicaciones negativas, tanto para los hogares que tienen los mayores niveles de pobreza en el rubro a nivel nacional, como para las industrias que no se pueden instalar en la región, debido a la falta de acceso a energías competitivas, advirtió el Instituto Mexicano Para la Competitividad (IMCO).
La falta de acceso a electricidad y gas en la zona la hace menos atractiva para los inversionistas que pueden voltear a esa región con la relocalización de las cadenas de valor, dijo Oscar Ocampo, coordinador de análisis energético en el IMCO.
Enfatizó que se deben aumentar las posibilidades de generar, atraer y retener nuevas inversiones del fenómeno nearshoring.
Alertó que hasta 40% de los habitantes en estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero aún no tiene acceso al gas y su forma de combustión sigue siendo la leña en pleno 2024.
“En Oaxaca este es el principal combustible doméstico con 50.5%, mientras que el promedio nacional es 13.3%”, subrayó.
Indicó que mientras en el promedio nacional el acceso al uso de gas es de 8.6% de las viviendas hay entidades como Campeche donde sólo 0.1% de los inmuebles cuentan con gas natural, “ahí es prácticamente inexistente”.
En el caso de la electricidad, el IMCO precisó que en la zona sureste de México es más costosa que en el resto del país. Destacó que sólo en 2023, el precio promedio de la luz en los 607 nodos fue 14.3% mayor al precio promedio nacional y 34.7% superior al promedio de la región noreste, la zona del país con los menores precios.
Oscar Ocampo llamó a dar certidumbre jurídica para que la región pueda crecer y salir de la pobreza energética que persiste, “se necesita además impulsar la logística de transporte, el capital humano, si no hay energía no se va a desarrollar esa zona”.
Consideró que el sureste de la República Mexicana es por mucho la región que tiene la menor infraestructura y la más débil en materia de energía (gas y electricidad), “no hay gasoductos no hay transmisión de electricidad”.
“Es una cosa irónica porque al final no deja de ser la principal región productora de gas natural, pero al final ese gas no se usa ahí, se lo lleva Pemex para sus procesos industriales”.
Nearshoring en peligro
Explicó que el acceso a gas es apremiante para reducir la pobreza energética, ya que impulsa la generación de electricidad menos contaminante y más asequible, además se incorpora como combustible de uso doméstico en las zonas urbanas de la región.
De ahí que la expansión de la red de gasoductos (e infraestructura asociada) hacia el sur-sureste del país sea una condición indispensable para incrementar la competitividad de la región y para llevar los potenciales beneficios de la regionalización de las cadenas de valor, o nearshoring, hacia esa zona del país, reveló una investigación del IMCO.
Para solucionar la falta de acceso a gas, se propone facilitar la inversión en infraestructura de transporte de gas natural en el sursureste. Además, piden concretar la expansión de la red de gasoductos hacia el sur-sureste.
“Sustituir la generación de electricidad a partir de carbón por gas natural”. También recomendó aprovechar la complementariedad entre las centrales de ciclo combinado y renovables.
El investigador aclaró que está problemática es distinta a los apagones, aquí se trata de la falta de acceso al gas, pero reconoció que también la falta de luz ha afectado al sureste por años.
Por: Emanuel Mendoza