Foto:Archivo/Wikipedia

En los últimos 15 días, el volcán Popocatépetl ha tenido 804 exhalaciones, con ellas ha llegado al territorio poblano la ceniza. Si bien las personas podemos cubrirnos con cubrebocas, animales como los perros y gatos se encuentran indefensos a este fenómeno.

Aunque de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) el semáforo de alerta volcánica se mantiene en amarillo fase 2, es necesario tomar medidas para cuidar la salud de nuestras mascotas, quienes por naturaleza tiene más contacto con el suelo, destino final de la ceniza volcánica.

La veterinaria Melanie Moncayo Moctezuma, dijo en entrevista con 24 HORAS PUEBLA que la ceniza causa irritaciones oculares, principalmente en la conjuntiva y la córnea, pues la ceniza está compuesta por diferentes minerales y partículas altamente abrasivas.

“El principal problema sería la irritación ocular, puede generar úlceras, conjuntivitis y dan paso a las infecciones, porque como estas partículas son muy abrasivas, pueden generar pequeñas lesiones que después son propensas a que ciertas bacterias les afecten”, dijo.

El sistema respiratorio también se ve afectado, pueden tener dificultades para respirar, generan mucosa, como una respuesta natural a ciertos agentes, también pueden contraer irritaciones en la nariz y laringe, desarrollar neumonía.

Aquellas perros o gatos que tengan bronquitis crónica también podrían sufrir en estos días de actividad volcánica. Algunos pueden desarrollar alguna dermatitis en sus cojinetes y nariz.

Además, pueden desarrollar problemas gastrointestinales si comen alimentos con este tipo de residuos, pues es un irritante, dentro de los padecimientos que pueden presentar son úlceras, vómitos y diarreas.

Cuidados en Casa

Lo recomendable es que los animales no pasen tiempos prolongados a la intemperie, pero en caso de que suceda, es aconsejable cepillar en seco el pelo y aplicar lágrimas artificiales para enjuagar las partículas de ceniza.

“Todo el tiempo están en el patio y en la calle, respiran directamente la ceniza”, dijo.

También es recomendable que la comida y agua de estos animales no sea expuesta al aire libre, para evitar que se contamine. Incluso, se recomienda aplicar una pomada para almohadillas y nariz.

Además, es benéfico barrer constantemente la ceniza y proteger los depósitos de agua, evitar hacer actividades al aire libre y sellar con trapos húmedos las rendijas y las ventilas.

Por: Paola Macuitl Gallardo

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