Como cada año, los poblanos acuden a mercerías y establecimientos especializados para mandar vestir a sus figuras del Niño Jesús o Niño Dios, sin embargo, desde la pandemia, la venta de estos pequeños ropajes ha ido a la baja desde el cierre de actividades productivas que propició la pandemia por Covid-19.
A pesar de este escenario, los feligreses capitalinos continúan acudiendo a mercerías, comercios especializados y a algunos mercados para cumplir con la tradición de conmemorar con estas vestimentas, la presentación del Niño Jesús en el Templó por primera vez.
PROCEDENCIA
Vestir al Niño Jesús viene de una tradición de más de 2 mil años, cuando Jesús fue presentado por María y José en el templo, reveló el padre Gabriel Meneses, capellán de la capilla universitaria Upaep.
Recordó que es el Día de la Candelaria “por las candelas, la luz de las velas, la iluminación espiritual, es de alguna forma cristo que se manifiesta como luz para todas las naciones del mundo y la tradición viene de los judíos, que a 40 días de dar a luz, los primogénitos eran presentados y consagrados en el templo y ofrecer dos pichones de ofrenda, para tener al niño de vuelta, que era la ofrenda de los pobres, por lo que lo que celebramos es la presentación de Jesús en el templo y la consagración de la Sagrada Familia”.
Al respecto, destacó que la conmemoración del Día de la Candelaria es una tradición añeja con mucho arraigo en la ciudad de Puebla.
“Es común ver en el Centro Histórico de Puebla muchos anuncios, con todas las faltas de ortografía posibles, donde se ofrece vestir a los Niños Dios
El capellán señaló que “es una tradición muy arraigada que va de la mano con otra, que es el Día de Reyes, es el día en el que toca pagar los tamales a quienes les salió la figurita del Niño Dios en la Rosca de Reyes”.
AFECTACIÓN ECONÓMICA
Los mercados de la capital y la zona de mercerías del Centro Histórico son las principales áreas donde acuden los poblanos para vestir cada año a las figuras del Niño Dios.
Desde un par de semanas antes del Día de la Candelaria, se pueden apreciar los letreros a las afueras de mercerías, papelerías y entradas de mercados con el anuncio “Se visten Niños Dios”.
Tal es el caso del Mercado La Merced, ubicado en las orillas del primer cuadro capitalino, a un lado del Museo del Ferrocarril, donde el puesto más llamativo es el de Carmen García, La Comadre, líder de los comerciantes.
Al respecto Doña Carmen, quien por años se ha dedicado a vestir estás figuras, reveló que sus ventas en los últimos días han estado bajas, debido a la situación económica, lo cual puntualizó, persiste desde el confinamiento por la presencia de Covid-19, en 2021 y 2022.
La situación económica está difícil ya que desde la pandemia se vino abajo y no se puede levantar bien todavía.
Sobre lo que más se está pidiendo este año, La Comadre reveló que el ropón blanco para bebé, es el número uno para los capitalinos.
“Y ya de ahí te piden El Divino Niño, de Jesús Cristo Rey, de doctor; según; también piden el de la abundancia, el del trabajo. Resaltando que lo más exótico que le piden a Doña Carmen son trajes diseñados al estilo árabe, estilo Nazareth y que la novedad de este año corresponde al Jesús histórico.
Detalló que otra de las figuras que recientemente está pidiendo la feligresía poblana es el vestido del Niño del Carmen que es un hábito de monje, color café.
En cuanto a los precisos, La Comadre destacó que lo más económico es un ropón blanco para una figura pequeña, el cual cuesta desde 140 pesos y va subiendo, dependiendo el tamaño de la figura, hasta 180 pesos.
Los más costosos, por los materiales y dependiendo el tamaño de la figura, puntualizó que tienen un precio al público de 380 pesos, que sería el traje del Niño del Carmen, para una figura grande, de aproximadamente 40 a 50 centímetros de alto.
CONSERVAR LA COSTUMBRE
Lo más importante del Día de la Candelaria, destacó el Capellán Gabriel Meneses, es que recordar el sentido profundo de “ver a cristo como luz de las naciones, pero tenemos que ser cuidadosos, porque si se va a vestir la figura del Niño Dios, debe ser de forma adecuada” y sin las excentricidades de la modernidad, como vestirlo de futbolista o de Santo Niño Huachicolero, como se llegó a hacer en los municipios del llamado “Triángulo Rojo”, por el robo de combustibles.
“Lo primero es comprender que la Iglesia ve a las imágenes religiosas como una realidad visible que hace referencia a lo invisible que es que Dios está en el Cielo, pero como somos seres materiales nos ayudamos de las cosas que vemos para entender a Dios, entonces una imagen no es milagrosa, solo Dios, pero Dios puede hacer milagros a través de la virgen, de los Santos o por medio de una imagen”.
Por ello destacó que no se puede vestir al Niño Dios con cualquier ropa.
“No debemos vestirlo de realidades humanas como de algún equipo de fútbol o cuestiones similares relacionadas con alguna afición o algún gusto, eso no es correcto”.
Detalló que hay algunas excepciones como vestir al Niño Dios de médico, “es en el sentido de entender que Jesús es salud de los enfermos“.
También destacó que no es correcto vestir al Niño Jesús de algún Santo conocido, como San Antonio de Padua, porque no es Jesús quien tiene que imitar a los Santos, sino lo contrario, los Santos deben buscar ejemplo en él”.