Como parte de la suspensión provisional que le asignó la Federación Internacional de Futbol Asociación de 90 días, Luis Rubiales verá afectados sus ingresos como presidente de la Real Federación Española de Futbol, al no poder percibir su salario y beneficios del cargo mientras dure el castigo establecido por FIFA.

Desde el pasado sábado que se confirmó la postura del organismo que rige al futbol en todo el mundo, se comenzó a contar la racha de 90 días en los que el actual dirigente de la RFEF no recibirá la parte proporcional a los 371 mil euros anuales que goza de sueldo, además de los 250 mil euros que percibe directamente de la Unión Europea de Futbol Asociación.

Además del salario, el presidente no podrá hacer uso de ningún material proporcionado por la RFEF, incluído un coche oficial y aparatos electrónicos como ordenadores personales, tablets teléfonos y celulares electrónicos, con miras a cumplir el apartado que estableció la FIFA de anular toda la actividad de Luis Rubiales, relacionada con el futbol a nivel nacional e internacional.

Entre otro de los aspectos que enfrenta el directivo español, también se encuentra un gasto de tres mil euros mensuales que la Federación realizaba por gastos de alquiler y vivienda en una residencia fijada en Madrid, que en todo momento ha sido costeada por la RFEF.

De acuerdo con medios españoles, la FIFA se encuentra en búsqueda de imponer el castigo más fuerte para un directivo, con miras a poder inhabilitar a Luis por un lapso de quince años, como medida ejemplarizante, ante la polémica que se ha generado alrededor de este tema y la imagen del futbol español, al ensombrecer el título mundial femenino.

Pese a que el panorama cada vez luce más incierto para el presidente, Rubiales aún podrá hacer uso de una asistencia legal cubierta por la RFEF, al haberse presentado los hechos que se le acusan, en el ejercicio de sus funciones y que cumplen con los reglamentos del mismo ente español, que ahora busca dirigir Pedro Rocha de manera provisional.