Desde Quebec a la Columbia Británica, Grecia o España en Europa, pasando por Hawái en Estados Unidos, el mundo se enfrenta a una extraordinaria temporada de incendios forestales, generando una nueva era de polución causada por estos fenómenos naturales que aumentan la contaminación atmosférica.
PARTÍCULAS TÓXICAS
Uno de los aspectos que definen el humo de los incendios forestales es el “material particulado”, toxinas que pueden hacerlo visible.
Las partículas de 2.5 micras de diámetro (PM 2.5) son “especialmente peligrosas para la salud humana”, explicó Rebecca Hornbrook, química atmosférica del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos.
“Si el viento sopla a favor de un incendio forestal, eso es lo que causa la mayor parte del oscurecimiento del cielo y la falta de visibilidad”, comentó.
Las PM 2.5 penetran profundamente en los pulmones y potencialmente en el torrente sanguíneo.
También preocupan las sustancias invisibles conocidas como compuestos orgánicos volátiles (COV), como el butano. Estos provocan irritación de ojos y garganta, y algunos son carcinógenos conocidos.
EFECTOS
La posesión de automóviles se disparó tras la Segunda Guerra Mundial y los científicos han adquirido conocimientos sobre su impacto en el ser humano, desde la aparición del asma en la infancia hasta el aumento del riesgo de infarto e incluso de demencia en etapas posteriores.
Esta amplitud de conocimientos no existe en el caso del humo de los incendios forestales, detalló Christopher Carlsten, director del Laboratorio de Exposición a la Contaminación Atmosférica de la Universidad de Columbia Británica.
“Parece haber una mayor proporción de efectos respiratorios que cardiovasculares del humo en comparación con la contaminación del tráfico”, dijo.
AFECCIONES SICOLÓGICAS
Una de las respuestas es la angustia, “la ira, la pena, la ansiedad, ante los desastres naturales que se espera que vengan”, añadió. Estos índices son mucho más altos en los jóvenes.
Otra es la “aclimatación” mental, que ayuda a hacer frente a nuevos factores de estrés, pero que sin cuidado puede acostumbrar a la persona a los peligros.
El calentamiento del planeta también afecta el bienestar psicológico de múltiples maneras, explicó Joshua Wortzel, presidente del comité sobre cambio climático en salud mental de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.