La elección de cargos en el poder judicial mediante voto de la ciudadanía no es el camino para renovarlo, sino el diálogo y acercamiento entre la sociedad y las instituciones impartidoras de justicia, señaló la organización civil EQUIS Justicia para las Mujeres.
Durante la presentación del Diagnóstico Nacional de Justicia Abierta Feminista en México, en conjunto con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), este martes, Fátima Gamboa, Directora General de EQUIS Justicia para las Mujeres, declaró:
“El camino a la transformación de los poderes judiciales no es la elección de los jueces y juezas, mucho menos en este momento político, mucho menos en este momento coyuntural”.
Añadió que en realidad “lo vamos a lograr desde abajo y con el involucramiento social”.
Lo anterior, tras señalar que la impunidad en México es la más alta en el continente, con más de 72 puntos.
Esto se refleja en el hecho de que 7 de cada 10 mexicanos piensan que los jueces son corruptos y, desde una perspectiva de género, se observó que el 69% de personas impartidoras de justicia, a pesar de advertir situaciones de riesgo en sus sentencias, no dictaron medidas de protección.
No obstante, reconoció que sí se deben de revisar los mecanismos de designación para los y las juezas y magistradas, “pero los tenemos que revisar para fomentar la participación ciudadana y la transparencia y para disminuir la intervención y el control que se pudiera hacer del poder judicial, porque para nosotras defender la independencia judicial es defender nuestra propia justicia”.
Asimismo, Gamboa apuntó que, aunque el diálogo entre los poderes judiciales y la sociedad civil va en aumento, con quien más se entabla conversación es con barras de abogados, academia y cámaras de comercio; y en la menor medida es con sociedad civil, colectivas y redes, algo que debe de cambiar.
Por su parte, la Comisionada del INAI Norma Julieta del Río, quien también destacó a la impunidad como uno de los males más grandes del país, puso énfasis en el respeto de las funciones de cada poder.
“No podemos permitir que un poder invada a otro poder, porque entonces se pierde totalmente la esencia del poder, la vida democrática (…). Y más en un tema tan delicado como es la impunidad en la violencia hacia las mujeres”.
Gamboa concluyó al subrayar la importancia de que la impartición de justicia vaya más allá del punitivismo y externó su deseo porque la Justicia Abierta Feminista sea un camino de nuevos modelos de gobernanza de la justicia en México.