Así como el juego de Juan Pirulero, ahora todos le juegan a la percepción.
¿Quién tiene la razón? Sepa la bola.
Los precandidatos de Morena a la gubernatura se pasean siempre frente al círculo rojo, hacen el circo la maroma y el teatro frente a los mismos, sí, los que ya tienen definido su voto desde antes.
¿Sirve de algo? No. Realmente nadie tiene una estrategia de campaña, un discurso, un mensaje.
Todo es verborrea y sus estrategias son:
Ignacio Mier Velazco le apuesta a su cercanía con el presidente López Obrador y con el secretario de Gobernación Adán Augusto López. Cuenta con un grupo de empresarios poblanos que le apoyan incondicionalmente.
Alejandro Armenta Mier, anda con sus encuestas bajo el brazo y presume que es el más conocido en la entidad. Sus seguidores más leales son ex priistas.
Julio Huerta Gómez dice que es el favorito del “plan C” o sea Claudia Sheinbaum y apuesta a su capacidad de movilización. Tiene toda una estructura en la que lo respaldan alcaldes, la burocracia de Morena y muchos campesinos.
Olivia Salomón está… este… bueno, Olivia Salomón, digamos qué… ah sí, cómo se me fue a pasar: es la secretaria de Economía en la entidad y es muy cercana a doña Rosario Orozco, viuda de Miguel Barbosa. A ella la apoyan los que juegan en el hoyo 15 del Club de golf La Vista.
Claudia Rivera se hace la víctima. Su estrategia es decir que todos la atacan, que un día mientras dormía hasta se le subió el muerto y que fue enviado (of course) por sus adversarios: ya saben, la prensa chayotera, los mensajeros del gobierno pasado. Ah, falta decir, Rivera usa propaganda inspirada en el cine de ficheras. Su grupo ya se dividió. Presume que es la mujer más conocida en la entidad.
Están las encuestas de a de veras y están las pagadas por los candidatos.
—¿Qué, no son las mismas? —pregunta alguien del respetable.
—Pues sí, son las mismas, porque las reales o no se publican o están guardadas bajo llave en alguna oficina.
Entre más se acercan las definiciones, más se confrontan entre ellos.
Ignacio Mier y su primo Alejandro Armenta no se soportan y cada que pueden se mandan mensajes sicilianos.
El domingo pasado, Julio Huerta respondió a las críticas de Mier y dijo del diputado federal: “sí, lo conozco, sé que nació en Tecamachalco”, comentario que generó risas entre los asistentes.
Armenta dijo que Claudia Rivera ya perdió su oportunidad en la política y la oriunda de San Miguelito ya le respondió al senador.
Y a Olivia Salomón nadie la ataca. Ella sólo criticó el video de Claudia Rivera por sexista y machista, ese del “toca, toca, toca gobernadora”.
Los seguidores de Claudia y losbots de Armenta, eso sí, se ponen muy intensos en redes sociales y hasta en Twitter, pues de “pendejos” no se bajan.
Todos pintan bardas. Tanta publicidad que ya confunde. Hasta Norma Layón que no tiene nada que hacer en esta contienda ya se estrenó como grafitera.
Eso sí, algo hay que decir en su favor y que no nos hemos fijado: es tanta la propaganda, es tanto alboroto, que si se logra una buena operación cicatriz cuando salga electo(a) el candidato(a), todos ya hicieron campaña.
Mientras los panistas, se quedarán como los chinitos.