El museo Picasso de Antibes en Francia, inauguró una exposición dedicada a los últimos años de vida del artista malagueño, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del genio cubista y surrealista.

Organizada con la colaboración del museo Picasso de París y el de Málaga, la muestra Picasso 1969-1972 estará abierta al público hasta el 2 de julio y en ella se pueden ver 37 lienzos y cuatro obras sobre papel hechas durante los últimos años de su vida, que pasó en Mougins, cerca de Antibes.
Busto de hombre con sombrero, Flautista y una mujer desnuda o Torero; son algunas de las obras de gran formato de ese periodo.
En estos últimos años, “lejos del crepúsculo anunciado por sus detractores, Picasso logró recapitular toda su vida como artista y hombre con una gran profusión creativa”, explica en el catálogo Jean-Louis Andral, comisario de la exposición, cuyo subtítulo es El final de un inicio.
“Cuando Picasso expuso por última vez en Aviñón en 1970 y luego en 1973, a una parte de la crítica le pareció que había perdido sus capacidades y que era el inicio del final. He querido invertir esa fórmula para decir lo contrario. Ese momento abrió nuevos horizontes en su pintura, que inspiraron a otros artistas como (Jean-Michel) Basquiat”, explicó Andral, quien también dirige este museo de Antibes, en la Costa Azul.
El comisario recuerda unas confidencias de 1973 del artista, recogidas en el libro Voyage en Picasso de Hélène Parmelin, en que decía que “quizás nunca había sido tan pintor como en mis últimas obras”.
Picasso fue un artista incansable y no dejó de crear hasta el 12 de noviembre de 1972, pocos meses antes de su muerte a los 91 años.

LEG