La Casa Blanca dio este lunes un plazo de 30 días a las agencias federales para retirar la aplicación TikTok de todos los dispositivos electrónicos gubernamentales en cumplimiento del veto ordenado por el Congreso de Estados Unidos.
La directora de la oficina de administración y presupuesto de la Casa Blanca, Shalanda Young, emitió un memorando para “retirar y deshabilitar las instalaciones” de dicha aplicación en los dispositivos operados por las agencias gubernamentales, así como a “prohibir el tráfico de internet” desde los dispositivos hacia la aplicación.
El veto no aplica a las empresas en Estados Unidos que no estén asociadas con el gobierno federal, ni a los millones de ciudadanos que usan la popular aplicación.
Sin embargo, un proyecto de ley recientemente presentado al Congreso podría “efectivamente prohibir TikTok” en el país, de acuerdo con la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).
“El Congreso no debe censurar plataformas enteras y despojar a los estadounidenses de su derecho de libertad de expresión y de discurso”, dijo en un comunicado Jenna Leventoff, consejera de política de esa organización.
“Tenemos derecho a usar TikTok y otras plataformas para intercambiar nuestros pensamientos, ideas y opiniones con otras personas en el país y en el mundo”, agregó.
TikTok, perteneciente al gigante tecnológico chino ByteDance, se ha convertido en un objetivo político debido a preocupaciones de que la aplicación -muy popular en todo el mundo- pueda ser utilizada para espionaje o propaganda por parte del Partido Comunista Chino (PCC).
La ley firmada por el presidente Joe Biden el mes pasado prohíbe el uso de TikTok en dispositivos electrónicos oficiales, así como su uso en la Cámara de Representantes y en el Senado.
Las preocupaciones de seguridad nacional sobre un presunto espionaje chino crecieron debido a un incidente con un globo de ese país que atravesó el espacio aéreo estadounidense y que luego fue derribado.
El gobierno canadiense prohibió el uso de TikTok el lunes de todos los teléfonos y en otros dispositivos, citando temores sobre el acceso de Pekín a los datos de los usuarios.