Jesús “Rey” Zambada, testigo estrella de la Fiscalía en el juicio en Nueva York del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna por narcotráfico, declaró haber preparado una entrega de 5 millones de dólares para el acusado, quien finalmente decidió no subir al estrado para ser interrogado.
El acusado tiene derecho a testificar pero no la obligación de hacerlo, le recordó este lunes el juez Brian Cogan en la Corte Federal de Brooklyn, después de que la defensa había dejado el pasado miércoles la puerta abierta a que el funcionario mexicano de más alto nivel que se sienta en un banquillo en Estados Unidos subiera al estrado.
Tras la decisión del juez de que las preguntas de la Fiscalía no se iban a ceñir al contenido que pedía la defensa, el acusado decidió no testificar tras una “evaluación voluntaria”.
Genaro García Luna está acusado de cinco cargos, cuatro de ellos relacionados con tráfico de cocaína y un quinto con mentir en la solicitud de la nacionalidad estadounidense.
Se estima que el acusado habría recibido no menos de “230 millones de dólares” en sobornos procedentes del narcotráfico, según un cálculo elaborado en base a datos aportados por testigos.
La Fiscalía cortó a menos de la mitad la lista inicialmente preparada con lo que el juicio podría acabar esta semana con las deliberaciones del jurado.
El,último testigo que convocó fue “Rey Zambada”, que denunció en el juicio de Joaquín “Chapo” Guzmán en 2018 que había entregado a García Luna entre seis y ocho millones de dólares en sobornos entre 2005 y 2007.
A preguntas de la parte acusadora, Zambada, hombre de confianza de su hermano Ismael “Mayo” Zambada -uno de los pocos líderes del cartel de Sinaloa aún activo-, destacó la importancia de mantener “relaciones con funcionarios al máximo nivel” del gobierno mexicano para “sentirse seguro en el movimiento de la cocaína”.
El testigo contó que a través del abogado Óscar Paredes, hombre de confianza de su hermano Mayo Zambada, entregó a “finales de 2006 cuando el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) estaba concluyendo, le entregó a García Luna “un portafolio y una maleta deportiva con 3 millones de dólares” en el restaurante Campos Elíseos, del Distrito Federal.
El “Rey” se quedó en la parte inferior del bar y vio llegar a García Luna con dos personas más. “Subió (al segundo piso) y a los 15 minutos bajó con las mismas personas que llevaban las dos maletas” que contenían el dinero, relató.
En una segunda cita en el mismo restaurante, “tres semanas después”, le entregaron otros dos millones de dólares al que fuera director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) de México entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012, .
Paredes, al que se refiere como “el licenciado” y que mantenía “relaciones a alto nivel con el gobierno” era quien “entregaba el dinero de nuestra parte” a las autoridades, al menos entre 2000 y 2008, año en que el testigo fue detenido, precisó.
Zambada confesó que podían exportar hasta 100 toneladas de droga al año a Estados Unidos, las cuales reportaban entre “2.800 y 3.000 millones de dólares”. Detalló que los cárteles contaban con uniformes con distintivos de la AFI y podían acompañar a comandantes de esta agencia en operativos.
– “Narcoestado” –
A lo largo de tres semanas de juicio, las revelaciones de 26 testigos presentados por la Fiscalía en la Corte han descrito cómo el narcotráfico penetró las fuerzas de seguridad de México y actuó en connivencia con autoridades nacionales y locales, así como con las jerarquías aduaneras en puertos y aeropuertos.
“Independientemente de lo que pase con García Luna, en este juicio he aprendido dos cosas, una peor que la otra: que México es un narcoestado y que la Fiscalía estadounidense no tiene el menor escrúpulo para sacar adelante sus casos” apoyados en testigos que han visto reducidas sus condenas tras su colaboración con la justicia, declaró a la AFP Peniley Ramírez, autora del libro “Los millonarios de la guerra” contra el narcotráfico durante el sexenio de gobierno de Calderón.
El pasado martes, uno de los testigos más esperados, el exfiscal del estado mexicano de Nayarit Edgar Veytia, que cumple 20 años de cárcel en Estados Unidos por tráfico de drogas, mencionó por primera vez el nombre de Calderón, quien habría instruido que había que apoyar al “Chapo” para hacerse con el control del cartel de Sinaloa, en detrimento de los hermanos Beltrán Leyva.
En una publicación de Twitter, el expresidente tildó de “absurdas” las declaraciones. “Lo que señala sobre mí es una absoluta mentira. Nunca negocié ni pacté con criminales”, aseguró.
Detenido en Dallas en diciembre de 2019, García Luna se instaló en Estados Unidos cuando dejó el gobierno mexicano en 2012. Seis años más tarde, solicitó la ciudadanía estadounidense.
Para la defensa todo el caso se ha construido con los testimonios de las “víctimas de la guerra al narcotráfico” de Calderón que quieren reducir su condena y vengarse del que fue el “rostro de la guerra” contra ellos.