El cantante canadiense Justin Bieber ha vendido los derechos de su catálogo musical a Hipgnosis por 200 millones de dólares, siguiendo así el camino de artistas como Bob Dylan y Bruce Springsteen, según ha informado la empresa y una fuente cercana al caso.
El Wall Street Journal había informado en diciembre que el artista cedía sus derechos por unos 200 millones de dólares, cifra confirmada por una fuente cercana al caso.
“Hipgnosis ha adquirido todas las participaciones de Justin Bieber en sus derechos editoriales (incluida la parte del autor correspondiente a la interpretación), grabaciones maestras y derechos conexos de todo su catálogo”, ha declarado Hipgnosis, la sociedad de gestión de derechos musicales que ya posee los de los Red Hot Chili Peppers.
Sin embargo, Hipgnosis no reveló el importe.
Lo que es un hecho es que el repertorio incluye más de 290 temas publicados antes del 31 de diciembre de 2021, entre ellos sus mayores éxitos Baby, Sorry y Love Yourself.
El acuerdo es el último de una larga lista de compras de derechos de autor o derechos de publicación de catálogos de artistas, que se han convertido en activos valiosos, especialmente con la revolución del streaming.
La compra formaba parte de la asociación de Hipgnosis con la firma de gestión financiera Blackstone, que anunció a finales de 2021 una inversión de mil millones de dólares para seguir comprando música.
A sus 28 años, “Justin Bieber es uno de los artistas musicales más vendidos de todos los tiempos”, presume Hipgnosis.
Según el portal Wololo Sound, publicó que: “Uno de los fondos de inversión que más ha apostado por esta forma de negocio es Hipgnosis Songs Fund, que compra los catálogos de las canciones más exitosas”.
Incluso, “gastó alrededor de 670 millones de dólares solo en el periodo de marzo del 2020 hasta septiembre de 2020 en la adquisición de los derechos de más de 44 mil canciones de Blondie, Rick James, Barry Manilow y Chrissie Hynde, entre otros. Aunque la mayor compra de catálogo por parte de Hipgnosis habría sido la de Neil Young, que vendió la mitad de los derechos de su catálogo de canciones por unos 150 millones de dólares y Shakira, que vendió los derechos de sus 145 canciones.
Caso contrario fue el del rockero John Fogerty de la banda Creedence Clearwater Revival, quien tras medio siglo de disputas legales, hace unos días anunció que volvía a ser el propietario mayoritario de los derechos de sus canciones.
Esta decisión pone fin a una de las batallas más agrias y largas en la historia de la música por los derechos de autor, que Fogerty, compositor de éxitos mundiales como Proud Mary, Have You Ever Seen the Rain y Bad Moon Rising, había perdido por lo que calificó como un mal acuerdo.
A mediados de los sesenta, el magnate del entretenimiento Saul Zaentz firmó un acuerdo con Fogerty, que ahora tiene 77 años, y el resto de CCR con Fantasy Records.
Con información de AFP