Y no me refiero a la del 5 de Mayo. Este enero de 2023 ha comenzado de facto la lucha por la gubernatura y los partidos empiezan formalmente sus contiendas internas para definir las candidaturas respectivas y enfrentarse ante las urnas el primer domingo de junio de 2024. Justo en año y medio, pues.
En Morena, con la visita -nada casual ni espontánea- del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, es claro que por el momento hay dos punteros indiscutibles en la lucha por la nominación: El diputado Ignacio Mier y el senador Alejandro Armenta, en ese orden. Adán Augusto no se decantó abiertamente por nadie, pero el mensaje fue claro y explícito: Apoyará a cualquiera de los dos.
Pero lo anterior no implica que en Morena otros aspirantes ya estén desechados. En el gobierno del estado, heredero del Barbosismo, no se mira mal que el secretario de Gobernación, Julio Huerta, buscara la nominación, pues es el artífice de que Morena hoy tenga una estructura envidiable en todo el estado, y así lo han valorado en la dirigencia nacional. Y si la definición de género en Morena recayera en mujer, siguen sin ser eliminadas Olivia Salomón o Claudia Rivera.
Todos los mencionados (as) tienen evidentes fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, pero queda claro algo: La definición se hará luego de varias mediciones demoscópicas; la opinión y apoyo del líder político en Puebla, la sugerencia del o de la candidata a la Presidencia y desde luego, la última palabra del presidente López Obrador. No se hagan bolas ni suden calenturas ajenas, así será la nominación.
Y si en Morena priva la unidad, hay una enorme probabilidad de que el siguiente gobernador sea de ese partido y la alianza que hasta hoy existe con PT y PVEM. Hoy Morena y su alianza gozan de las preferencias por más de dos a uno sobre el PAN y aliados en cualquier encuesta seria. La única debilidad de Morena es su contienda interna.
En el PAN se seguirá la línea que ya se definió en su CEN: Van en alianza con PRI y PRD. Su principal precandidato es el alcalde Eduardo Rivera, pero quién sabe si este acepte ir a una contienda a la gubernatura a sabiendas de que puede perder. Quien sea el candidato lleva el mensaje de lo que quiere la alianza PRIANRD.
Habrá que ver si Movimiento Ciudadano insiste en ir solo a la próxima elección. Si van solos, hay dos precandidatos visibles: Si es hombre, su líder estatal Fernando Morales, y si es mujer, quizás la senadora Nancy de la Sierra Arámburo. En ambos casos, con prácticamente nulas posibilidades de ganar.
Ahí están los contendientes ya para 2024. De ellos saldrá el próximo gobernador de Puebla 2024-2030. La batalla ha comenzado. Todos hagan sus apuestas. Y en el BEAP… haremos lo que sabemos hacer.
Dijera el inolvidable Aute en Las Ventas: “¡Que Dios os reparta suerte y… va por ustedes!”.
Al pie de la Letra
Rodolfo Rivera Pacheco