El historiador y aficionado del Puebla, Héctor Padilla hace unos días recordó en sus redes sociales una fecha importante en la historia del equipo, la misma se dio hace treinta años pero sigue tan vigente que a unos días de que arranque la Copa del Mundo de Qatar 2022 no sólo conviene hacer alusión a ella sino analizar qué ha pasado desde ese momento conocido como el regreso del equipo de la Franja al Estadio Cuauhtémoc tras una persecución orquestada en los más altos niveles para que Emilio Maurer dejara su cargo en la directiva poblana y así, por los estatutos en ese entonces vigentes en la Federación Mexicana de Futbol, también se viera obligado a renunciar a sus puestos en el organismo nacional como Vicepresidente de la Federación y Director de la Comisión de Selecciones Nacionales.
El 25 de octubre de 1992 el Puebla regresó al Cuauhtémoc para enfrentar a la U de G cerrando así seis juegos como local (incluyendo el partido de ida de la final de la Copa Interamericana ante Colo-Colo) en los que no pudo actuar en el inmueble de la Colonia Maravillas, en total fueron doce partidos fuera de casa en los que actuó como nómada jugando sus duelos como local en León (Fecha 1: Puebla 1-4 Atlas y Fecha 3: Puebla 3-1 Morelia), Tabasco (ida de la Copa Interamericana Puebla 1-4 Colo-Colo), Hermosillo (Fecha 5: Puebla 0-0 Atlante), Jasso, Hidalgo (Fecha 7: Puebla 0-0 Cruz Azul), y Veracruz (Fecha 9: Puebla 1-3 Tigres). Los duelos como visitante se saldaron de la siguiente manera: Fecha 2: Tecos 1-1 Puebla en el “Tres de marzo” de Zapopan, Fecha 4: América 3-4 Puebla en el Azteca (con dos goles de Dioney Carlos, uno de Paco Rotllán y otro de Silmar Olindo), Fecha 6: Pachuca 0-1 Puebla en su antiguo estadio “Revolución Mexicana”, Colo- Colo 3-1 Puebla en Santiago de Chile en la vuelta de la Interamericana, Fecha 8: León 2-1 Puebla en el Nou Camp y Fecha 10: Correcaminos 2-4 Puebla en Ciudad Victoria. (Datos de “Historia con goles” de Emmanuel Couttolenc Osorio).
La persecución había iniciado tras la final de la campaña 91-92 a la que el Puebla había llegado contra todo pronóstico ya que se había desprendido de casi todas las figuras del “campeonísimo” de 89-90, aunque mantuvo la columna vertebral con Pablo Larios (qepd), Roberto Ruiz Esparza y Carlos Poblete, Manolo Lapuente había regresado tras su primera etapa en selección nacional y el Secretario Técnico, Luis Enrique Fernández configuró una plantilla con algunos jóvenes interesantes, algunos hombres experimentados, con fama de cumplidores y unos brasileños desconocidos que rindieron a gran nivel como Renato Porto y Paulo César Silva Gaucho, a medio campeonato se dio de baja a otro brasileño, José Carlos Gelinski para dar de alta a Milton Antunes “Zico”. Con ellos, el equipo de la Franja se metió a la liguilla, eliminó a Chivas en Cuartos de Final, se impuso en una vibrante semifinal al Necaxa de Saporitti tras la gran noche de Carlos Poblete con tres tantos y un gran trabajo como guardameta tras la expulsión de Larios https://www.youtube.com/watch?v=NEPohH7hXhI&t=101s, para la vuelta en el Azteca Lapuente ordenó la marca personal de Ruiz Esparza sobre Basay y un inspirado Pablo Larios mantuvo a raya a los necaxistas para sacar el empate a cero y el boleto a la final donde se empató a cero en el Cuauhtémoc tras un aguacero en la ciudad de Puebla y se cayó 2-0 en tiempo extra en León https://www.youtube.com/watch?v=ju5chyI8IxA&t=125s.
Precisamente el sobrecupo en el partido de ida fue el pretexto que las autoridades tuvieron para clausurar el Cuauhtémoc, pese a la manifestación del 16 de julio y una posterior del 18, las autoridades municipales y el gobierno estatal no cedieron dando pie a una pretemporada distinta que incluyó una presentación del equipo en el zócalo y luego el largo camino ya relatado. La clausura era el inicio de un modo de presión para que Emilio Maurer dejara su cargo en la Federación Mexicana de Futbol en el único lapso en los últimos cincuenta años en que el futbol ha sido independiente del poder televisivo. Con Francisco Ibarra García de Quevedo (qepd), Maurer Espinosa hizo una gran mancuerna trajo a César Luis Menotti para generar un parteaguas en la selección, se consiguió la participación mexicana en Copa América y se establecieron pláticas para que los clubes mexicanos jugaran la Copa Libertadores, se logró la clasificación a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 rompiendo un ayuno de dieciséis años sin presencia https://www.youtube.com/watch?v=vFO4DEMcH8s, junto a estos logros deportivos estos directivos establecieron cuotas para que las televisoras pagaran precios más justos por las transmisiones y rompieron el monopolio en los derechos de la selección nacional, lo que significó la gota que derramó el vaso y la razón de la virulenta reacción del Imperio de Chapultepec 18.
Tras un paso por la cárcel, Maurer Espinosa y sus socios vendieron al Puebla, el periodista avecindado en la Ciudad de México, Juan Bustillos tomó al equipo a partir del 19 de octubre y de inmediato se retiraron los sellos de clausura en el Cuauhtémoc; ese 25 de octubre de 1992 los aficionados poblanos volvieron a su Estadio, un inmueble que también se vio afectado, el césped estaba amarillo, de ser una de las mejores canchas del país tomó mucho tiempo su recuperación. La historia dice que el Puebla festejó su regreso al Cuauhtémoc y su reencuentro con la afición con un triunfo de 2-0 sobre los Leones Negros con los tantos de Zico al 31 y de Dioney Carlos al 70 (recordado como un golazo), pero esa alegría momentánea de volver a tener a la Franja en su casa dio paso a la tristeza de quedarse fuera de la liguilla por primera vez en nueve años y sobre todo dio pie a una larguísima etapa de vacas flacas que apenas se empieza a disipar, vinieron directivos que tuvieron al Puebla a cambio de favores políticos y de negocios, tiempo de prestanombres, tiempos de malas decisiones directivas que acabaron con una escuadra protagonista para dar paso a una atribulada por el fantasma del descenso, que vivía en constante escándalo y que no fue capaz de encontrar estabilidad hasta hace unos cinco años sin que esa estabilidad se refleje en tener verdaderamente un equipo que vuelva a pelear por un campeonato.
Ya sin Maurer Espinosa en el Puebla, Francisco Ibarra tuvo que aplicar los reglamentos federativos, perdió a su principal aliado y al poco tiempo salió también de la FEMEXFUT, el Imperio tenía de regreso a su juguete predilecto: La selección nacional; Menotti congruente con sus convicciones renunció. Dentro de lo que cabe hubo cierta mesura, Alejandro Burillo Azcárraga tomó el poder federativo tras bambalinas y se rodeó de hombres de futbol que aprovecharon las buenas decisiones anteriores: Miguel Mejía Barón tomó al equipo tricolor y fue capaz de darle su propia personalidad a partir del trabajo previo del timonel argentino, se aprovechó la presencia en Copa América y se dio el paso faltante para jugar la Copa Libertadores y así el futbol mexicano pudo dar grandes pasos: Ganar partidos mundialistas fuera de casa, meterse a octavos de final de mundial https://www.youtube.com/watch?v=0i8VNrQuyfg, ser protagonista en Copa América https://www.youtube.com/watch?v=nXKYTpUUZOk&t=31s, ganar una Confederaciones https://www.youtube.com/watch?v=mH5TpyJC6oM.
A diferencia de la saga de George Lucas en el futbol mexicano no hay un final feliz porque a treinta años de distancia de ese Puebla vs U de G en el Cuauhtémoc se siguen resintiendo los efectos de esa persecución: Si bien es cierto que el equipo de la Franja ha recuperado la estabilidad institucional (lo cual es un gran logro), hoy es un equipo propiedad de una empresa cuya prioridad son los negocios por encima de lo deportivo y de los propios aficionados, por eso juega los viernes, si bien es cierto que esa estabilidad se ha traducido en cinco liguillas consecutivas (la segunda racha más larga en la historia de la franquicia) y que otra vez está sacando jugadores de su cantera, hasta el momento tampoco ha existido la intención de potenciar la plantilla para que pueda dar pasos más profundos en liguilla, sin olvidar un análisis minucioso de lo ocurrido en la campaña pasada donde dio la impresión de que el cuerpo técnico encabezado por Nicolás Larcamón careció de autocrítica y acabó confundido en sus lecturas.
A treinta años de distancia fue tan fuerte el golpe que aún resuena en los pasillos de los edificios federativos (el que fue mudo testigo de la lucha por el poder y el recién estrenado en Toluca) y eso ha significado el poder absoluto para doña tele, ahora asociada con el Ajusco, porque cada directivo que ha tratado de levantar la voz como Jesús Martínez de Grupo Pachuca de inmediato ha recibido un mensaje mediático y entonces ha regresado a Hidalgo donde sigue construyendo una gran institución a costa de que el futbol mexicano viva una regresión; tibiamente lo intentó Jorge Vergara (qepd) y recibió el mismo mensaje, por lo que ahora no hay algún directivo con la fuerza, pero sobre todo con el interés de retar al status quo de la FEMEXFUT.
A treinta años de distancia la selección nacional sigue sufriendo las consecuencias ya que los directivos enfermos de avaricia la han encontrado suculenta para los grandes negocios en Estados Unidos y la mediocridad de la CONCACAF. A treinta años de distancia la regresión es absoluta ya que dejamos de jugar Copa América y Copa Libertadores; ayer en el marco de la final donde Pachuca se coronó campeón del Apertura 2022 al derrotar con marcador global de 8-2 al Toluca, en una entrevista con Claro Sports, el Presidente de la Liga MX, Mikel Arriola valoró al repechaje ya que es benéfica para el espectáculo porque agrada al aficionado: “El Repechaje fue un elemento adicional de recuperación, hemos sido claros, el Repechaje le gusta a la gente, la Liga MX es un espectáculo y la gente está contenta”, dijo para después reconocer que el futbol mexicano necesita internacionalizarse. La idea no parece mala pero la visión de la región con la que se quiere conseguir esa internacionalización es la que demuestra que estos directivos sólo entienden en términos económicos y no velan por el desarrollo deportivo: “La decisión de la Libertadores depende de la Concacaf y la Conmebol. Nosotros debemos de internacionalizarnos, crecer de la mano con la MLS. Lo que apostamos con la Leagues Cup son tres cosas, competitividad, que nuestros jugadores tengan ventana al exterior y que nuestros equipos tengan ventana internacional. Es un torneo histórico de todos contra todos”. Directivos que doblaron sus manitas con CONCACAF para hacerse más ricos a costa del futbol mexicano en un camino contrario al que siguieron Ibarra y Maurer.
A treinta años de distancia nos preparamos para otra Copa del Mundo con el trillado sueño de llegar al quinto partido (Cuartos de Final) sin entender que las raíces se pudrieron desde hace veinte y que lejos de hacer mejor las planeaciones deportivas, ahora se hacen peor para privilegiar el negocio, México ha dejado a un lado el roce internacional para encerrarse en el mundito de CONCACAF, México no quiere jugar contra Argentina, Brasil, Uruguay y otras buenas selecciones, prefiere jugar contra la “B” de Nigeria, contra Paraguay o Perú (que siendo competitivos no pasan por su mejor momento) siempre en sus condiciones ideales en Estados Unidos, México no quiere salir de la comodidad porque prefiere ser muy rico económicamente. A treinta años de distancia el golpe aún se siente y lo peor, a diferencia de la saga, es que no se vislumbra algún Jedi que pueda dar “una nueva esperanza” al futbol mexicano cada vez más cerca de CONCACAF pero cada vez más lejos de la competitividad a tal grado que se apuesta por el repechaje y la abolición del ascenso-descenso.
@abascal2