La falta de suministro de componentes en la industria automotriz de México provocó que 383 mil vehículos ligeros que se dejaran de producir en los primeros 7 de meses del 2021, lo que representa una contracción en los niveles de producción de 10%, respecto del año anterior, fecha en la que llegó la pandemia al territorio nacional. Industriales estiman que la falta de componentes será una constante hasta el 2023.
De acuerdo con el Banco de México las afectaciones de la industria automotriz ya observadas entre enero y julio, implicaron una pérdida en la tasa crecimiento del PIB del 2021 en su conjunto de 0.58 puntos porcentuales respecto de un escenario sin dichas afectaciones y en el que la producción durante el resto del año tampoco enfrentara afectaciones particularmente en Asia, región que concentra la producción de semiconductores.
La puesta en marcha de estos paros técnicos, desde principios del 2021, ya provocó una menor producción en la industria automotriz de México lo que obstaculiza la recuperación del sector industrial, en un contexto post pandemia, porque una docena de los grupos automotrices más grandes del mundo cuentan con al menos una planta instalada en México. De acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), el desabasto de componentes especializados se mantendrá hasta el cierre del próximo año.
En promedio son unas 75 empresas de autopartes, es decir el 25 por ciento de las 300 empresas de autopartes que surten a Volkswagen y a Audi de México las que resienten los paros de actividades de estas automotrices porque en un escenario de este tipo las armadoras reducen la demanda de autopartes.
“El rubro de autopartes también ha reportado interrupciones en su producción desde principios de 2021 como resultado de los paros realizados por las armadoras. Para capturar lo anterior, se supone que aquellas clases de actividad de la rama de autopartes intensivas en el uso de semiconductores registraron una pérdida en su producción anual en la misma proporción que la calculada para vehículos ligeros en los distintos escenarios”, señala un estudio del banco de México.
Para la primera semana de julio de este año, la firma sumó 40 días en paro técnico por esa causa con frenos en la producción en los meses de enero, febrero, marzo y mayo, pero el esquema de jornadas reducidas de mantuvo en los meses subsecuentes, incluso en el marco de su polémica revisión salarial 2022.
A partir de este 10 de octubre Volkswagen de México sumará la línea de producción del Jetta al paro técnico que realizará, durante una semana, en el ensamble de la camioneta Taos, por falta de insumos. Precisó que el pago de salarios para los sindicalizados en la semana del 10 al 14 de octubre será de 77.14 por ciento en el Segmento 1 Jetta, mientras que en el Segmento 3 Taos será al 69.64 por ciento.
En 2021 los paros técnicos fueron una constante con los impactos ya referidos para la industria automotriz y su impacto en el producto interno bruto. En el 2000 se estima, que a partir del mes de abril hubo operaciones intermitentes debido a la falta de materia prima por un periodo estimado de tres meses.
La mayoría de los paros técnicos en Volkswagen de México se han puesto en marcha en la línea de producción de Jetta, seguidos por la de Taos y con menor frecuencia ha pasado la línea de Tiguan. De esta forma es este modelo SUV el que lidera los niveles de producción de la planta, seguidos por Taos y finalmente por Jetta.
La remuneración para estos días de paro ha sido en su mayoría de 57.50 por ciento con pagos semanales que alcanzan el 87.85% del pago que cada sindicalizado recibiría por su jornada. Se mantiene el ofrecimiento de tomarlos a cuenta.