El ex titular de la Auditoría Superior del Estado, Francisco Romero Serrano, declinó disimuladamente en su intento por constituir un dique que detuviera influencia y poder de David Colmenares, el Auditor Superior de la Federación.
Haber empleado a Marco Fernando Mier Velazco, hermano de Ignacio el coordinador de los diputados de Morena en la Auditoría Superior de la Federación tuvo diversos efectos, entre los que destacaron desactivar la emboscada política que desde Puebla comenzaba a asomar.
Colmenares había hecho publicar en febrero de 2021 un informe de los saldos negativos de la cancelación de los trabajos de construcción del nuevo aeropuerto que había sido planeado por la gestión del priista Enrique Peña Nieto, del que después se dijo, estaba equivocado.
La andana de críticas escalaron hasta llega a la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador que calificó de “ridículo” y “mala fe” el trabajo de los auditores a quienes dijo que “están desesperados, el coraje los nubla”.
Romero Serrano había pretendido subirse a esa ola desde la Autoría Superior en Puebla. No llegó más allá de las intenciones por razones que apenas ahora se puede entender como un pacto oscuro entre el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco y Colmenares.
Como Auditor en Puebla, Francisco Romero fue fiel al propietario del periódico Cambio y su socio, Arturo N., y el propio Mier Velazco… Y de sus intereses como lo había sido desde años atrás.
Ya detenido en febrero de 2022, en uno de los domicilios en los que siguió trabajando la empresa del funcionario en la colonia San Manuel de la capital, fue encontraba documentación contable y fiscal de Multisistemas de Noticias Cambio SA de CV, la empresa de cuyos propietarios, trabó amistad y complicidades.
En retrospectiva, la premisa fue siempre el engaño con un doble lenguaje. Desde la posición en el ente fiscalizador del dinero público de los sujetos obligados al escrutinio y como activo participante de una trama criminal conocida como “operación angelópolis”.
En septiembre y noviembre el imputado de diversos delitos de cuello blanco, Francisco Romero había echado a andar una maquinaria para la constitución de ese bloque de auditores para frenar a David Colmenares.
El 28 de septiembre de 2021, sostuvo encuentros con sus similares de Sonora, Oaxaca, Hidalgo San Luis Potosí y Tabasco, mientras que el 5 de noviembre de ese mismo año lo hizo con los titulares de los estados de Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila.
Había dicho que el trabajo colegiado desde los órganos de fiscalización estatales se podría contener a quien parecía obedecer a “la mafia del poder” que había gobernado en los sexenios del PAN y del PRI, pero el intento se desdibujó con el paso de los meses.
Ahora sabemos que ese tibio intento por frenar a quien había puesto en tela de duda una de las decisiones más emblemáticas de López Obrador cayó, entre otras cosas, por la chamba que se le concedió a quien también es contador en jefe en Mizco SA de CV, la empresa familiar de los Mier.
@FerMaldonadoMX