La semana pasada, Microsoft presentó la más reciente actualización de su sistema operativo, me refiero a Windows 11. Por su parte, Office no podía quedarse atrás y lanzó un nuevo diseño de su suite ofimática que visualmente encaja con la última versión de Windows.
La versión de Office, que también estará disponible para cualquier persona que utilice Windows 10, fue creada a partir del «Social Media Listening» que pedían una experiencia que hiciera sinergia con las aplicaciones. La interfaz pretende ser intuitiva e interactiva a partir de los principios de «Fluent Design» en las aplicaciones de: Visio, Publisher, Access, Project y las más populares como: Word, PowerPoint, Excel, Outlook y OneNote.
Sin embargo, lo que llama la atención son los tonos clásicos del blanco y gris, dejando de lado la paleta de colores que en su modo oscuro predomina aún más el tono negro. Las barras de herramientas se encuentran ocultas, pero contienen acceso rápido al doble clic que demuestra la sencillez de la interfaz fusionada con la interactividad de la misma plataforma.
La hipertextualidad no sólo se encuentra en la world wide web, Office apuesta a las referencias entre sus aplicaciones con las bondades de la navegabilidad que ofrece cada una de sus interfaces al momento del tratamiento de la información. Es decir, si creas una presentación en PowerPoint, ésta puede ser referenciada a Word, Excel u otra aplicación, con el objetivo de obtener la información que se consulta, pero al mismo tiempo manipularla desde la interfaz origen.
La actualización visual está disponible para los usuarios del Canal Beta de Windows Insider que ejecuten la versión 2107 Build 14228.20000, o posterior a Windows 10. Aunque se puede actualizar automáticamente, también se desactiva fácilmente a través de la función «Coming Soon» que se ubica en la esquina superior del menú.
Basta recordar que, en la década de 1950, cuando se desarrollaron los primeros programas de inteligencia artificial, los diseñadores y cientifistas consideraban a la interfaz como una conversación, diálogo o interacción entre el usuario y la tecnología. Para lograr lo anterior, ambos interlocutores deben compartir la misma lengua, es decir: las máquinas inteligentes deberían al menos hablar y comprender el lenguaje humano.
Es así como las interfaces, como las que ahora actualiza Microsoft, se rigen bajo el principio de intercambio del mismo código gramatical. Desde la percepción semiótica, la conversación no radica en sujeto-máquina, más bien en diseñador y usuario. Scolari compara atinadamente esta relación con la de un autor-texto-lector.
Por lo anterior, la importancia del diseño en la actualización de interfaces que manipula el usuario, en la inmersión tecnológica y del ecosistema digital.
Microsoft mantiene abierta la puerta del «Social Media Listening» para escuchar opiniones sobre la actualización de Office o del mismo Windows, a través de la sección “Ayuda” y luego en “Comentarios” donde recibirá comentarios de los usuarios.
@cm_ramoslinares
Ecosistema Digital escribe Carlos Miguel Ramos