El proceso de auto exculpación del diputado Saúl Huerta Corona, acusado del delito de pederastia en el caso de un joven de 15 años de edad, volvió a fracasar la mañana del jueves al presentar una entrevista mal editada, pésimamente actuada y llena de lugares comunes.
El político de militancia primigenia priista decidió salir en su propia defensa con el pie izquierdo: acusó a la víctima de abuso sexual y a su familia de mentir y extorsionar, un tío del que dijo, tiene una mala reputación estaría involucrado en la trama.
El torpe intento de sembrar en el imaginario la postura como víctima y no como victimario volvió a fallar como la primera ocasión en que su correligionario y coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier lo mandó a lavarse las manos a un medio local que difícilmente puede legitimar nada.
El pésimo guión y lamentable actuación que utilizó la mañana de jueves en Grupo Fórmula lo hicieron ver de cuerpo entero: un mitómano capaz de contar los disparates más desorbitados con tal de poner a salvo el duro pellejo de dinosaurio político incapaz de entender de los paradigmas en materia de derechos humanos y sectores vulnerables.
El aún legislador federal a quien el grupo coordinado por su paisano Mier debió separar, se llamó víctima de una trama política como si de su desempeño legislativo dependiera la política de combate a la corrupción de la Cuarta Transformación cuando nadie en el ámbito público lo recuerde por su tarea en San Lázaro y menos por sus discursos en tribuna.
Del poblano no depende más que la tarea de levantar el dedo a la hora de votar las iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, como sucede con todos los integrantes de la bancada de Morena y sus aliados.
Asumir que la familia del niño presuntamente violado en el hotel de la colonia Juárez en la Ciudad de México se prestó a la mafia del poder para contener su trabajo político en la Cámara de Diputados es una desproporción con letras mayúsculas.
-¿Lo que usted está diciendo es que hay un transformo político que estuvo perfectamente planeado en su contra y en contra de su partido?
“Por supuesto, por supuesto. Ya narraré en otro momento cómo es que se acomodaron las cosas de esta manera, pero eso debe ser sujeto de investigación. Este joven viene de una familia que mienten, que extorsionan, el tío es un policía que tiene muy mala fama y que se prestaron a hacer la “carnada” que me pusieron para que los enemigos (mafia) del poder hoy están lucrando precisamente con esto”, respondió al entrevistador.
Siempre quedará la duda sobre la identidad de quien asesora personajes menores como el caso del legislador en vías de ser sometido a juicio de procedencia por los hallazgos de la Fiscalía de la Ciudad de México.
El mismo debería plantearse la duda si quien lo ha tarjeteado para montar ese torpe contraataque también forma parte de la mafia del poder que según su propio guion, lo quiere sacar a la mala. No vaya siendo.
parabólica.mx escribe Fernando Maldonado