Un documento “fake” en el que se reproduce la firma autógrafa del presidente Andrés Manuel López Obrador alimentó la media mañana de ayer la maledicencia que anida entre los dolidos por el gobierno de Miguel Barbosa y la política de combate a la corrupción.
En el texto apócrifo se lee una supuesta instrucción del Ejecutivo federal a la titular de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez Velázquez a la toma de la seguridad en Puebla, un gesto que no se ha dado ni en estados severamente lastimados por la violencia como en Guerrero, Jalisco o Michoacán.
El oficio marcado con la fecha de 15 de abril, pero sin número oficial ni copia a los involucrados como el propio gobernador Miguel Barbosa fue enviado por un proveedor del Secretariado Ejecutivo del Consejo de Seguridad a otro empresario y la cadena siguió su curso a través de cadenas de WhatsApp.
Hubo reporteros dominados por el mismo enojo y afán de desquite que lo hicieron suyo sin reparar en aspectos tan elementales como la ausencia de una copia que diera vista a la propia Oficina de la Presidencia de la República.
La elaboración de un documento apócrifo en alguna computadora cargada con los programas caseros para fabricar documentos falsos se inscribe en el contexto del nombramiento en la Secretaría de Seguridad Pública tras la salida de Raciel López Salazar y su séquito de policías.
La estrategia no es novedosa, pero levanta polvo. Algo similar sucedió con la campaña contra la administración estatal con el cuento aquel de las patrullas nuevas que se encontraban guardadas en corralones del C5 o similares.
El cuento fue ofrecido como si se tratara de una primicia a la televisora de Chapultepec en la Ciudad de México y que permitió alimentar los contenidos de su emisión estelar en octubre del año pasado.
En un carril paralelo, la autodenominada Comisión Blindada llamó a estar atentos por la “limpia en casa” que presuntamente consiste en dar de baja a elementos de la diversas áreas de la corporación.
“señores pendientes, quieren limpiar la casa que por culpa de ellos que trajeron a los chiapanecos … Estamos en esta situación viales (Dirección de Seguridad Vial Estatal) y grupos especiales.
Las recurrentes estrategias para desestabilizar el aparato de combate de la delincuencia se entiende a la luz del dinero público: sólo en 2020 fueron derribados 4 mil 350 millones de pesos en una dependencia que ocupa 7 mil plazas en diversas áreas.
Interésese creados en el ámbito empresarial se mezclan con los cotos de poder que se resisten de abandonar privilegios resultan en una explosiva combinación para cualquier gestión gubernamental.
Un par de ejemplos de la historia reciente se encuentran en la guerra mediática de octubre del año pasado y la peorías difusión del falso documento que volvió a generar ruido e inquietud en círculos de policiales y hasta de opinión.
La ecuación no falla: sólo será cosa de seguir la ruta del dinero.