En un partido político en el que la cultura de la línea es dogma, el aspirante a una candidatura a una diputación por el distrito de Ciudad Serdán, Jonathan Collantes, se volvió a exhibir como el párvulo en la arena política.

Ebrio de felicidad por su cumpleaños el fin de semana, el actual diputado local de muy cuestionada militancia que terminó por ser cobijado por el Partido Revolucionario Institucional, se fue por la libre para destapar a la dirigente del Consejo Taxista, Erika Díaz, para una candidatura por el distrito 8 de Ciudad Serdán.

La dirigente de los trabajadores del volante en la capital y adicta a la corriente morenovallista había sido pareja sentimental del líder del sector obrero del PRI, Leobardo Soto Martínez, pero su nueva condición en la vida privada le permitió ser “destapada” por quien se define como el “operador de los valles”.

En medio de la trama política con tintes de pasaje de revista del corazón sin final feliz, no sólo el “mirrey” de los valles terminó sin alcanzar una candidatura como estaba previsto.

En el exabrupto que derivó en el lapsus, echó por tierra la posibilidad de que su pareja se pudiera convertir en candidata por el distrito 8 de Ciudad Serdán, tierra de Melquiades Morales, el último baluarte del que dispone el expartidazo.

Fuentes consultadas en el interior en el CEN del PRI mostraron extrañeza, y también enojo, porque el destape anticipado en la voz de un personaje fatuo como Jonathan Collantes no sólo fue impropio, sino inoportuno.

Fiel a su estilo, lleno de ligereza y frivolidad, el “mirrey” Jonathan Collantes expuso en sus redes sociales que no podría ser aspirante a la candidatura por esa demarcación pues iría una mujer: Erika Díaz.

“Una mujer líder va a encabezar mi distrito de Ciudad Serdán a la diputación federal, lo cual me enorgullece porque vengo de una mujer: mi madre ya que hablamos de paridad de género”, expuso.

“… voy a encabezar un distrito a la diputación por capital Puebla en el cual estoy muy feliz de seguir sirviendo a Puebla”, dijo detrás de la falsa sonrisa con la que suele acompañar sus videos en redes sociales.

El diputado local decidió desaparecer de un plumazo la dirección estatal del partido que le abrió las puertas en agosto del año 2020, cuando la suma de Collantes al PRI, como integrante de la bancada en el Congreso local, se dio en agosto pasado, con el repudio de varios sectores, por el pasado como trapecista político y aliado del exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

Collantes ha sido antes militante también de Nueva Alianza y alcalde de Tlachichuca, entre 2014 y 2018, pero además sobre él hay un proceso judicial por secuestro agravado, en su contra, en el estado de Nuevo León.

El “mirrey” se quedó sin candidatura a partir del criterio establecido en las nuevas reglas de competencia que establecen términos como “bloques de competitividad”, para designar a mujeres en distritos de alta competencia.

El impúdico destape del alfil morenovallista en el distrito 8 no sólo resultó inoportuno, sino que al mismo tiempo lo volvió a exhibir como lo que es: un anómalo personaje hasta para el partido que le abrió la puerta. Pobres priistas, tan lejos de Reyes Heroles y tan cerca de Collantes.

 

Parabolica.MX por Fernando Maldonado

 

@FerMaldonadoMX