Dos victorias, dos empates y dos derrotas con seis goles a favor y tres en contra para ocho puntos es el saldo del Puebla de la Franja de Nicolás Larcamón tras los primeros seis juegos del técnico argentino en México de los cuales ya enfrentó a Chivas, Cruz Azul, Monterrey y América por lo que las cuentas son buenas a secas luego de que el pasado viernes el equipo camotero dejó atrás la racha de 352 minutos sin gol para soltarse el pelo y marcar cuatro tantos a los Bravos de Juárez, un rival directo en la tabla de cociente para no pagar la multa de 50 millones de pesos por finalizar el antepenúltimo lugar https://www.youtube.com/watch?v=taZjtppo-VY.
El resultado y los tres goles de Santiago Ormeño (primera vez en su carrera que lo logra y primer mexicano con un hat trick en el Puebla desde Alberto García Aspe en 2001) desató la montaña rusa de emociones en la que la afición poblana vive: De pedir en algunos foros que el México-peruano se fuera a la banca para refrescar sus ideas, a pedirlo para la selección nacional, de empezar a dudar en Nicolás Larcamón como se podía leer en algunos comentarios de aficionados a convertirlo en la revelación del torneo entre los estrategas, de pensar que esta versión poblana podría quedar ubicada por debajo del décimo segundo puesto a las cuentas alegres de algunos sectores que ahora hablan de hacer entre 26 y 30 puntos, cuando este Puebla nos ha ofrecido una buena radiografía de lo que es con sus virtudes y defectos a lo largo de los seis encuentros que llevamos de este flojo torneo llamado “Guardianes 2021”.
Hay que reconocer que en este Puebla se ve trabajo, se ve una idea de juego que no es ofensiva, sino compacta, es un equipo que trabaja muy bien en la recuperación del balón en la que los hombres más adelantados también colaboran, se ha acomodado mejor a la línea de cinco para cubrir la falta de velocidad de sus centrales y en la que sus carrileros se sienten más libres para subir y apoyar al ataque, es un equipo en el que hay competencia interna como quedó demostrado en estos últimos partidos con las ausencias de Juan Pablo Segovia y Maximiliano Perg pero donde Lucas Maia e Israel Reyes ofrecieron buenos trabajos sustituyéndolos. Es un equipo donde algunos empiezan a elevar su nivel como Daniel Aguilar, de floja participación el torneo anterior, pero con más confianza y más galones en este inicio de campeonato y donde Omar Fernández ha mantenido su progresión para, ahora sí, ser el hombre clave de mediocampo hacia el frente, porque ha mejorado en sus decisiones y eso le ha ayudado a pesar como el cerebro del equipo, además de que se le ve muy voluntarioso y este Puebla es también una escuadra en la que su centro delantero (no por los tres tantos del viernes) sigue aportando no sólo goles, sino capacidad para botarse, para jugar de espalda y para ser un hombre de referencia en este esquema de Larcamón.
También podemos enumerar entre sus fortalezas la seguridad de Antony Silva en la portería, el crecimiento de Emanuel Gularte en la central y el liderazgo de Javier Salas; pero este Puebla es también la irregularidad de Christian Tabó (13 goles en seis torneos completos y lo que llevamos de este) y es un equipo que tiene una cobija muy corta, en el que uno de sus refuerzos extranjeros, Daniel Segura, no ha debutado en el primer equipo y ha alineado con la sub 20, es el equipo en el que una de sus mejores contrataciones en el papel, Gustavo Ferrareis, apenas ha disputado siete minutos ya que se lesionó tras su presentación ante Tijuana. Cabe recordar que este Puebla antes del duelo ante Juárez no había ganado en casa y que de seis juegos disputados en el actual torneo ya lleva cuatro en el Cuauhtémoc con saldo de un triunfo, dos empates y una derrota, por lo que su producción como local todavía debe mejorar mucho.
En resumen, en esta versión poblana se ve que hay mucho trabajo y que los jugadores están contentos con la forma de trabajar del cuerpo técnico, pero hay que tener los pies en la tierra y, por lo tanto, saber que este Puebla no es un equipo armado para hacer los 30 puntos con los que sueña la afición poblana. Este equipo ya ha mostrado que puede competir, con sus argumentos (ser muy intenso en la marca y recuperación de la pelota, buscar los espacios, ser muy ordenado), ante escuadras más potentes pero también ha demostrado que una vez que logra emparejar las acciones la calidad no le ha alcanzado para conseguir mejores resultados. El futbol, más allá de buenos planteamientos, se define por la calidad de los jugadores y ahí el Puebla anda muy justo de efectivos. Este equipo de la Franja, bien trabajado por Larcamón, está para competir, para pelear un lugar en la media tabla, para tratar de meterse a la liguilla extendida entre el puesto ocho y el doce, para no meterse en problemas de cociente y alejarse de los últimos puestos que pagan multa, lo demás es soñar y, en dado caso, que se llegue a producir sí significaría un extraordinario trabajo por parte del cuerpo técnico y los jugadores.
No es tiempo de soñar, es tiempo de mantener el trabajo y de consolidar las virtudes que ya tiene este Puebla en el que se nota que su técnico se ha adaptado a las características de los jugadores con los que cuenta y les ha dado confianza; este tipo de equipos necesita seguir la idea del partido a partido, no puede perderse en la euforia de una goleada a favor como tampoco podía instalarse en el pesimismo por una derrota injusta; este Puebla necesita trabajar mucho para potenciar a una plantilla donde la calidad no es un bien que sobre, por lo que debe mantener los pies en la tierra de cara al duelo del próximo domingo ante Querétaro en La Corregidora, otro duelo directo y ante una plantilla con muchas características parecidas a las de los Camoteros donde el técnico, Héctor Altamirano, está haciendo un buen trabajo haciendo competitivos a los Gallos Blancos, luego seguirá la fecha doble donde el 26 de febrero se recibirá al Necaxa, otro rival en la misma situación de queretanos y poblanos, para después visitar al campeón León el sábado dos de marzo.
Por otra parte, el Puebla femenil visita hoy a Tijuana en el debut de Juan Carlos Cacho como técnico de las Camoteras tras el cese de Jorge Gómez; las poblanas tratarán de ganar como visitantes y así dejar al Necaxa como el único equipo que no ha conseguido victoria en el “Guardianes 2021” tras los triunfos de FC Juárez en Monterrey a las Rayadas al son de 3-4 en un duelo que llegaron a tener ventaja de 1-4 https://www.youtube.com/watch?v=moTa8It9RmA y de San Luis por 3-0 a Mazatlán https://www.youtube.com/watch?v=h9YFqxwb_Dc, dos resultados que demuestran que todos los equipos están creciendo en la liga mx femenil, lo cual es una buena noticia, pero que deja muy mal parado al Puebla ya que permitió un estancamiento durante mucho tiempo.
Junto al nombramiento de Juan Carlos Cacho, el pasado fin de semana, se dio a conocer la baja de cinco jugadoras del club: Dayana Cazares, Diana Anguiano, Alejandra Guerrero, Keyla Zárate y Emily González por “así convenir a los intereses del club”, lo que ha abierto un nuevo capítulo para las conjeturas algunas de las cuales indican un acto de indisciplina y otras que apuntan a la cercanía de estas futbolistas con Jorge Gómez. Lo cierto es que Cazares llegó como refuerzo y ya había anotado gol, mientras que Anguiano era titular y Guerrero era una de las jóvenes que acababa de debutar.
Más allá de la situación de las bajas de estas futbolistas, hay que apuntar que da la impresión de que el Puebla desperdició otra buena oportunidad de potenciar a su equipo femenil al elegir a Juan Carlos Cacho porque ante la falta de confianza y la situación grupal daba la impresión de que estas futbolistas necesitan de una persona experimentada en la dirección de mujeres futbolistas, por el contrario, esta decisión, demuestra lo contraproducente que es tener a un equipo de nivel de primera división, como el femenil, en la estructura de fuerzas básicas https://www.youtube.com/watch?v=zGE0DlYpOFc&feature=youtu.be. El Puebla pudo haber buscado en el entorno de la Angelópolis personas con experiencia en el ámbito femenil, pero prefirió quedarse en casa y elegir a alguien que ya estaba en la estructura de fuerzas básicas, ojalá por el bien del equipo, de las jugadoras y de la afición, Cacho sea inteligente y se adapte para romper el estancamiento que impera para que las futbolistas puedan crecer, sin embargo, para ello, deberá darse cuenta de que el futbol femenil implica más cambios que quedarse fuera del vestuario cuando las jugadoras se están cambiando.