Derivado de las medidas sanitarias por la pandemia de Covid-19 que en Puebla ha cobrado cerca de 5 mil vidas, los festejos y conmemoraciones por el Día de Muertos, vivieron un fin de semana fuera de lo normal.
En Puebla capital los panteones fueron cerrados, mientras que en municipios de la zona metropolitana como San Andrés y San Pedro Cholula hubo apertura con medidas sanitarias y control de aforo.
En la capital, también fue colocada una catrina gigante en el mercado del Alto, figura que representa una de las tradiciones más arraigadas de México. Además, durante el sábado una marcha feminista se dio cita en el centro y montó una ofrenda que permaneció intacta, en memoria de las víctimas de feminicidio.
Desde la mañana del sábado, personal del ayuntamiento de Puebla capital vigiló el acceso al Zócalo, que fue cerrado como medida para evitar aglomeraciones, con presencia de funcionarios exhortaban a poblanos a retirarse de la zona para evitar rebrotes por Covid-19.
Con acceso restringido a dos visitantes por fosa y limitante de quince minutos, los panteones de San Pedro Cholula registraron algunas aglomeraciones de familiares.
En Huaquechula, la exposición de los altares monumentales dedicado a los que fallecieron se desarrolló de forma virtual. Las autoridades cancelaron todas actividades turísticas, más no las culturales, por lo que este año se instalarán 37 altares y se implementarán medidas de prevención.
Además, como cada madrugada del 31 de octubre, la plaza principal de Huaquechula se vistió de historia y tradición a través de la realización del mercado del trueque. Esta práctica de intercambio comercial que se remonta a la época del México prehispánico, era el método más común para poder hacerse de productos y/o servicios que se necesitaban.