El cónclave estaba previsto para este viernes en las oficinas dispuestas en el distrito Sonata de Lomas de Angelópolis.
En la mesa una bolsa de hasta 5 millones pactados con antelación para concretar un pacto de impunidad por presuntos actos de corrupción en el ejercicio de gobierno en el mini periodo de 2017 a 2019.
El primero de varias entregas de dinero en efectivo, al margen de todo mecanismo de control fiscal para no dejar rastro y evitar el escrutinio, según pudo saber el autor de la columna, de una fuente directamente involucrada.
De confirmarse, se habrá dado cabal inicio al mercadeo de un insumo en el periodo de investigación feroz en contra de quienes protagonizaron los periodos que han sido definidos como el más grande saqueo a las finanzas de un estado lastimado por las diferencias sociales.
Una clase cleptocrática y los segmentos menos favorecidos, que se observa en el escenario local.
De un lado de la mesa Francisco Tejeda y Rodolfo Sánchez Corro, de la Auditoría Superior del Estado que, a través de diversos mecanismos contables y de auditoría comenzarían la limpia de expedientes de dudoso contenido.
Para llegar a ese escenario han involucrado a otros perfiles del ámbito empresarial y la función pública que están sobre la mesa y que sorprenderían a propios y extraños.
No es el único ni el último porque el mecanismo de operación, ajeno al empeño del Gobierno del Estado por buscar y castigar el periodo sombrío que abarca de 2011 a 2017, y la extensión que continuó en el fugaz periodo de gobierno que lo siguió.
En el esquema de operación para robustecer el esquema de extorsión están incluidos presidentes municipales y otras entidades sujetas de escrutinio por el manejo de dinero público en el estado.
Ofrecen revisión de procesos de adjudicaciones, realización de obra pública y pago a proveedores. Expedientes todos sujetos de revisión de los que más tarde saldrá una estrategia para llegar a la tierra prometida: eximirlos de toda culpa.
Todos tienen su historia y cruza por la ASE. De ahí se entiende que los diversos involucrados en los señalamientos de actos indebidos en Salud, Obra Pública, Educación y Gobernación obtienen información privilegiada para advertir escenarios de riesgo.
Las constantes advertencias de investigación y causa administrativa o penal están siempre en las manos de los personajes del pasado.
La Iglesia a manos de Lutero, pues. Así se opera en el mercado negro de la información privilegiada. Dinero y poder para beneficiar a la misma clase que busca una tabla de salvamento en tiempos de tormenta declarativa.
La de este viernes está por sentar un mal precedente. Traición por doble partida, al jefe que les depositó confianza y debilidad por la acumulación de dinero, igualmente que como en el pasado: mal habido.
Ya se dijo antes: es tiempo de canallas.
Parabólica.mx por Fernando Maldonado