Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

Mal, muy mal podría quedar la Legislatura local si como todo mundo dice, elige a José Francisco Romero Serrano como el nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado, quien sigue siendo, de acuerdo con el padrón del PRI, militante de este partido político.

A la larga lista de “cuestionamientos”, en contra de este personaje, ahora se le debe agregar su militancia partidista, a la cual no ha renunciado porque aparece dentro del padrón del Revolucionario Institucional, lo cual si bien no lo inhabilita para poder ocupar esta posición, sí constituye una raya más al tigre de este cuestionado personaje, a quien sólo Dios sabe qué le deben porque tratan de imponerlo a diestra y siniestra.

La convocatoria establece que para ser titular de la Auditoría Superior del Estado de Puebla es necesario no haber sido durante tres años anteriores a su nombramiento, entre otras cosas, presidente de algún partido político, lo cual, reitero, no es el caso de Romero Serrano, pero su militancia partidista por supuesto que pone en entredicho la imparcialidad de la actuación de un personaje que se supone debe de ser intachable.

Romero Serrano, quien algunos dicen es el favorito del líder del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, es un personaje sumamente cuestionado no sólo porque milita en el PRI, sino porque además tiene múltiples fotos con personajes de este instituto político como el ex subsecretario de la Sedesol y Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, además de tuits posteados en apoyo a este personaje.

Pero por si fuera poco, la misma convocatoria establece que para poder ser auditor Superior del Estado de Puebla se debe gozar de buena reputación, lo que no es el caso de nuestro personaje, a quien si algo lo caracteriza es su afán de ocasionar polémica con tuits homofóbicos, amenazas y peleas.

De todo mundo es conocido que Romero Serrano estuvo a punto de ser expulsado del Colegio de Contadores de Puebla, en 2010, bajo diversas acusaciones que cuestionan su actuar profesional como auditor, y aquí sí cabe la pregunta: ¿Pero qué necesidad?

Por si algo pudiera faltar, Francisco Romero Serrano, sin renunciar a su militancia priista como muchos, buscó en 2015 convertirse en candidato a diputado federal por Morena, mientras se desempeñaba como presidente del fantasmal Consejo de Organismos Empresariales (COE) fundado por Aristeo Reyes, durante muchos años alfil del ex presidente municipal de Puebla, el priista, Enrique Doger Guerrero, nada más para que pueda usted tomar el hilo de los orígenes de este personaje.

El COE, cuyo antecedente fue la Asociación de Empresas de la Construcción (AECO) nació con la intención de quedarse con las migajas de la obra pública en Puebla, con las que las administraciones priistas y panistas les tapaban la boca a los empresarios del ramo para evitarse molestias ante los jugosos negocios que se hacían.

¿Qué necesidad tiene el Congreso de mancharse de esa forma? ¿Qué le deben a Francisco Romero Serrano o qué buscan tapar llevando a un personaje con estos antecedentes a la ASE?

Tanto que se quejaban de que el morenovallismo sólo imponía a sus amigos, alfiles y personeros ¿Ahora buscan acaso repetir el mismo patrón?

La elección del nuevo titular de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) en Puebla ya dejó muy mal parada a la Legislatura local y su gatopardismo, quítate tú, para que ahora lo haga yo, ¿Lo van a volver a hacer por sus pistolas?

Diversas fuerzas políticas como el PAN y el PRI preparan sendas impugnaciones, procedimientos legales, en caso de que con su mayoría Morena impulse la designación como nuevo auditor de Francisco Romero Serrano, quien llegaría deslegitimado a asumir su cargo. ¿Se van a aventar a correr el riesgo? ¿Tanta es la confianza de que el manto protector de López Obrador les va a alcanzar para sacar adelante 2021?

Del resto de los aspirantes que buscan conformar la terna poco se puede decir: Alberto Segovia Blumenkron realizó un buen papel al frente de la Auditoría en un momento complicado para el estado, pero se ve muy difícil que se pueda dar su continuidad.

Eligio Sierra Peña representa los intereses del secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto, lo cual lo hace inelegible por el simple hecho de que el gobernador no va dejar en manos de su antiguo aliado el tema de sus cuentas públicas.

Juan Carlos Díaz Carranza es gente del auditor Superior de la Federación, David Colmenares Páramo, y aunque es una buena opción, el oaxaqueño Colmenares está distanciado con el gobernador Barbosa Huerta, quien contrató para estar al frente de la Secretaría de la Función Pública de Puebla al equipo documento la llamada Estafa Maestra, despacho que a su vez tiene también demandado al titular de la ASF, en fin… En medio de todo esto, tal vez sería sano para el Congreso local pensar en algún perfil ciudadano, pero eso sería una verdadera utopía, tanto como pensar que la Legislatura es autónoma.

SE VIENE EL RECORTE DE PERSONAL

En una decisión terrible, la Secretaría de Administración del estado de Puebla giró el pasado viernes un oficio a todas las dependencias para disminuir 15% al personal de cada una de ellas.

La lista de los empleados que serán despedidos deberá turnarla cada dependencia a más tardar el 29 de este mes, así que una muy triste Navidad se pasará en algunos hogares de Puebla.

EL ADIÓS DE PEPE MÁRQUEZ

El experimentado político priista José Luis Márquez Martínez tuvo que decir adiós a la Subsecretaría de Gobernación estatal, con lo cual se suma una baja más dentro del gabinete del gobernador Barbosa.

Créame que se le va a extrañar a José Luis, quien era la mano derecha del actual titular de esta dependencia, Fernando Manzanilla Prieto, quien pierde a un gran operador, pero ante todo un buen ser humano.