Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Tal y como ya lo habíamos adelantado, Luis Miguel Barbosa Huerta ganó la contienda electoral de este domingo con un porcentaje que oscila entre 48% y 52% de las preferencias, de acuerdo con los diferentes estudios de opinión difundidos el domingo.

Lo positivo de la jornada es que no hubo ningún problema, ningún incidente que pusiera en tela de duda la jornada electoral realizada en Puebla, por lo cual difícilmente se podría judicializar el proceso.

Lo negativo es la baja participación registrada en esta jornada cívica, los poblanos fallamos como ciudadanos, ya que la participación apenas alcanzó entre 30% y 32%, lo que confirma el desinterés por este proceso y el cansancio por parte de la población.

So pena de hacer, durante los próximos días, un análisis más profundo sobre lo que fue esta jornada y que resultados arroja el proceso, llama la atención lo ocurrido en Puebla capital y su zona conurbada, donde Morena perdió la hegemonía, sí señores, cayó derrotada ante un candidato con poco o nada de punch como fue Enrique Cárdenas Sánchez.

Esto habla directamente de responsables de estos resultados y no hay otros que los malos gobiernos de Morena encabezados por Claudia Rivera Vivanco, quien apenas en siete meses se ganó el repudió de sus gobernados, como también la espuria Karina Pérez Popoca y Luis Alberto Arriaga entre otros.

Traducción: la gente ya se comienza a desilusionar ante los pésimos resultados que ha dado la administración federal de López Obrador, pero también por el mal trabajo de las administraciones emanadas de este partido.

Digno de un análisis más a profundidad deberá ser lo que ocurrió en Puebla capital y toda la zona conurbada, donde hay un claro mensaje: la sociedad está cansada y decepcionada de Morena y en un tiempo relativamente corto, lo cual es un mensaje para el futuro gobernador, quien deberá enfocar sus fuerzas a recomponer estos números.

Nadie puede objetar que el triunfo obtenido por Luis Miguel Barbosa fue claro y contundente, más de dos dígitos de diferencia no pueden menospreciarse, pero si no se hacen las lecturas adecuadas, se van a subir a su nube y se pueden caer.

Sin duda el domingo ganó quien más trabajó, quien como lo mencioné, hizo los mejores amarres y por supuesto, llenó el vacío dejado por Rafael Moreno Valle.

Una muestra clara es la aportación que hizo el PRI, cuya capacidad no se debe menospreciar, una buena parte de los votos y de la movilización que se realizó a favor del candidato de Morena se debió a sus aliados del tricolor, sumados al PT y el Verde, cuyos votos fueron clave para el triunfo.

Luis Miguel Barbosa ganó la elección y de eso no hay lugar a dudas, supo sumar a la mayoría de los poblanos y sus estructuras fueron las más eficientes, así lo muestran sus entre 700 mil y hasta 750 mil votos obtenidos, lo cual pronostiqué el pasado lunes en este mismo espacio.

En el recuento de los daños también se debe anotar como uno de los grandes perdedores al líder nacional del PAN, Marko Cortés, quien perdió Puebla y Baja California, lo cual también habíamos adelantado. Aunque para el panismo hay noticias buenas y malas.

La buena noticia es que a pesar de todos los pesares, se lograron consolidar en Puebla y en el resto del país como la segunda fuerza política y como el partido opositor a Morena.

También como buena se puede considerar la respuesta que la capital le dio a este partido político, cuyo candidato, Enrique Cárdenas, no supo o no quiso encontrar la razón de voto del poblano y aun así ganó de manera contundente en la ciudad más importante del estado, la cual confirmó su profunda tradición conservadora.

Acción Nacional, como tal, mantiene prácticamente sus números, lo que perdió fueron los aliados que Moreno Valle durante su paso por este partido logró construir en beneficio de su proyecto político personal.

Lo malo es que el panismo fue arrasado en las dos gubernaturas que estuvieron juego y en las cuales era gobierno, esto en gran medida debido a las pésimas decisiones que tomó como dirigente Marko Cortés.

El PRI fue una caricatura de partido, tal y como ya también lo habíamos adelantado. El tricolor registró la votación más baja de toda su historia y esto se debe en gran medida a la pésima conducción de quienes han manejado al ex partidazo en los últimos años.

Luis Miguel Barbosa se convirtió en gobernador de Puebla, cumplió su sueño, el cual tuvo que esperar un año, pero los grandes retos que deberá de afrontar ahí están, el 1 de agosto arranca una nueva administración, se termina una era y empieza otra.