El Confesionario
Por: Ray Zubiri / @RayZubiri
Parece que fue ayer cuando el ex presidente José López Portillo decidió ponerle marca personal a Verónica Castro a través de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), lo que hoy conocemos como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y todo porque estaba postulada como suplente al cargo de elección popular por una diputación abanderada por el Partido Revolucionario Institucional en Ciudad de México, en donde el titular era Víctor Amezcua (para diputado) con el lema “Por los derechos de los homosexuales”.
Esto hace apenas 40 años, o dicho de otro modo en 1978, ya desde ese entonces se buscaba a los famosos para acarrear votos aprovechando su imagen y el impacto que tenían en la televisión para ocupar una curul.
En esta investigación que es más bien espionaje aparecen todos los encuentros y reuniones que tenía la ojiverde mientras trataba de jalar agua para su molino en la búsqueda de este cargo según lo detalla el periódico El Universal.
De hecho en esos años Emilio Azcárraga Milmo y su noticiero 24 Horas, que conducía Jacobo Zabludovsky, eran quienes decidían qué sí y qué no deberíamos saber los mexicanos, como por ejemplo el número de víctimas del temblor de 1985 y un cúmulo de quejas al sistema que gobernaba en ese entonces nuestro país el PRI, las cuales quedaron archivadas en el departamento de asuntos sin importancia de Televisa.
En esos años mozos de la televisión, o dicho de otra manera la edad de oro de las telenovelas, según me cuenta mi abuela cuando daba fin un melodrama eran todo un acontecimiento las calles, los cines, el país entero se guardaba en sus casas para poder presenciar semejante fenómeno.
Y si pensamos un poco las cosas y leemos un poco de historia podremos entender por qué Verito Castro era la elegida y salta a la vista el hecho de que ella llegó a hacerle sombra a Lucía Méndez, que era una superestrella llamada por Raúl Velasco La Reina de las telenovelas, nada más para que vean de qué estamos hablando.
Con el paso de los años uno se entera de todo y así es como ahora le sacan sus trapitos al sol a la Castro por reunirse con gente de la comunidad LGBTTI, quienes aseguran que solo utilizaron a la actriz para atraer simpatizantes, que dicho sea de paso es una práctica actual; realmente no ha cambiado en nada, el sexenio pasado una protagonista de telenovela fue nuestra primera dama Angélica Rivera.
Y si se hubieran esperado un poco, tan solo un poquito más como dice la canción, y haciendo un poco de historia, la telenovela Los ricos también lloran en 1979 consagra a Vero y desbanca a Lucía Méndez, para que se den una idea ese melodrama llegó a alcanzar los 45 puntos de rating, fue vendida a más de 72 países y logró una audiencia de 150 millones de personas en el mundo.
Pues a pesar de que presurosos han revelado esta información la Dirección Federal de Seguridad (DFS), lo que hoy conocemos como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ja ja ja 40 años después nos informa estos esfuerzos de Verónica Castro por incursionar en la política, a todo esto me viene una pregunta –que es la más interesante de esto realmente– ¿habrá sido Verónica Castro quien hubiera querido contender a este cargo político o habrá sido una orden de Emilio Azcárraga Milmo?, quien años más tarde se declarara soldado del PRI.
Pueden irse en paz, esta columna ha terminado.
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