La empresa Agua de Puebla inauguró una nueva planta de tratamiento de descagras residuales en el municipio de San Andrés Cholula, en una ceremonia encabezada por el director general Héctor Durán Díaz.
Dicha infraestructura ablandará el agua proveniente de la batería de pozos Atlixcáyotl, fundamental para una de las principales arterias de suministro de agua de la ciudad, con una capacidad operativa de 263 millones de litros al mes, equivalente a 100 litros por segundo. Esto se traduce en la distribución mensual de 263 mil pipas de agua de 10 mil litros cada una.
La inversión para la construcción de esta planta superó los 95 millones de pesos y su objetivo principal es mejorar y garantizar la calidad del agua conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-2021.
La planta utilizará tecnología de punta basada en el principio de intercambio iónico para eliminar minerales del agua de los pozos, asegurando así su eficiente distribución.
“En estos primeros 10 años hemos marcado un hito con fuertes inversiones en materia hídrica, superando los 3 mil millones de pesos con el respaldo de Banobras”, destacó Durán Díaz.
El director de Agua de Puebla reconoció que hay grandes retos por delante, al enfatizar la colaboración constante con todas las autoridades para solucionar la necesidad de agua en la zona metropolitana, respaldada por los esfuerzos de los mil 200 colaboradores de la empresa concesionaria.
Durán Díaz también informó sobre la construcción de la Planta Potabilizadora Tulcingo, en el norponiente de la ciudad, junto con la creación de nuevos macro-tanques de almacenamiento y diversas obras de saneamiento.
Dichas obras contemplan la rehabilitación de las cinco Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales y la construcción de la Planta de Tratamiento Las Carmelitas, que producirá agua de calidad para el riego de áreas verdes y su uso en la industria de la construcción.
“La visión de Agua de Puebla es que en los próximos meses y años estas plantas se conviertan en productoras de agua tratada”, subrayó Durán Díaz.
Además, mencionó las obras subterráneas que, aunque no visibles, son cruciales: redes de conducción y distribución de agua, tomas, válvulas, macro-medidores, colectores y drenajes.
Estas infraestructuras, junto con la modernización de la red y los instrumentos de control instalados, son gestionadas desde la sala de monitoreo más avanzada del país.