Un hombre de origen poblano se encuentra bajo el escrutinio judicial en Estados Unidos por su presunta implicación en múltiples casos de asistencia al suicidio. Daniel González Munguía, identificado como el principal distribuidor de un sedante veterinario utilizado para inducir una muerte rápida y aparentemente indolora en seres humanos, enfrenta cargos relacionados con la muerte de al menos cinco personas, aunque se estima que el número de víctimas podría alcanzar las 69.
La investigación, liderada por la Fiscalía de Illinois, reveló que González Munguía operaba a través de internet, donde ofrecía el sedante mediante un catálogo titulado “Cómo suicidarse”. Clientes de diversos países, incluyendo Estados Unidos, Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Irlanda, Corea del Sur, España, Suiza y el Reino Unido, contactaban al acusado por correo electrónico para realizar compras. Las transacciones se efectuaban mediante depósitos en su cuenta de PayPal o a través de Western Union, facilitando así un acceso amplio al letal medicamento.
Según las autoridades, González Munguía habría obtenido aproximadamente 206 mil 927 dólares durante los dos años que estuvo activo como proveedor de estos medicamentos. Las pruebas recabadas por el agente Daniel Nugent del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) vinculan directamente al acusado con al menos cinco suicidios cometidos con el sedante en cuestión. Nugent, tras rastrear los pagos realizados por los fallecidos, logró identificar y posteriormente arrestar a González Munguía en abril de 2021, cinco años después de haber realizado su primera compra encubierta.
El caso culminó con la presentación de cargos formales por parte de un gran jurado estadounidense el 30 de mayo de 2024. Aunque la sentencia aún no ha sido dictada, González Munguía podría enfrentar una condena de hasta 60 años de prisión por su presunta participación en estos actos.
Este caso ha generado un debate sobre los límites de la responsabilidad legal en la era digital, así como sobre la regulación de sustancias potencialmente peligrosas vendidas a través de plataformas en línea. Las autoridades continúan investigando el alcance total de las actividades de González Munguía y la posibilidad de que haya más víctimas no identificadas hasta el momento.
El impacto de este caso se extiende más allá de las fronteras de Estados Unidos, resonando en los países donde residen los clientes del acusado y donde se llevaron a cabo los trágicos actos de suicidio.