El pintoresco municipio de Atlixco, conocido por sus vibrantes festivales y tradiciones culturales, está listo para llevar sus famosas catrinas monumentales al continente europeo. Este año, una de sus emblemáticas piezas artesanales será enviada a Italia como parte de una estrategia para promover el turismo en la región.
En su cuarta edición, el festival Valle de Catrinas presentará un total de 20 impresionantes esculturas. De ellas, 16 serán exhibidas en diversos puntos de Atlixco, mientras que las restantes viajarán a destinos internacionales como Nueva York, Los Ángeles, Boston e Italia, llevando consigo un pedazo de la rica cultura mexicana.
En una entrevista reciente, Valerie Bartsch, regidora de Turismo, explicó que la temática de este año girará en torno a personajes históricos mexicanos. Para ello, se ha convocado a artistas plásticos locales a enviar sus bocetos, que serán evaluados en un concurso para seleccionar las piezas finales. Bartsch destacó que tanto colectivos como artistas individuales, hayan o no participado en ediciones anteriores del Valle de Catrinas, podrán presentar sus propuestas.
El comité encargado de la selección estará conformado por representantes de diversas áreas del ayuntamiento de Atlixco, asegurando así una evaluación imparcial y variada de las obras. El festival Valle de Catrinas, que se ha convertido en un evento emblemático de la temporada de Día de Muertos, cuenta con esculturas de hasta seis metros de altura, atrayendo a miles de visitantes.
Recordemos que en 2023, dos catrinas de Atlixco fueron enviadas a Nueva York, donde adornaron las calles de la Gran Manzana durante las celebraciones del Día de Muertos. Este año, la expansión del festival a Europa marca un hito importante en la promoción internacional de las tradiciones culturales de Atlixco, fortaleciendo así su posicionamiento como un destino turístico de relevancia.
Con esta iniciativa, Atlixco no solo busca atraer más visitantes, sino también compartir y celebrar la riqueza de su patrimonio cultural con el mundo, demostrando una vez más que la tradición y el arte no tienen fronteras.