Luego de realizar trabajos de diseño de instrumental de medición para la instalación de un radiotelescopio en África, el astrofísico Daniel Ferrusca dio a conocer las tareas que llevó a cabo el equipo del INAOE, así como la especialización que se requiere para este tipo de tareas.
Ferrusca Rodríguez narró que, en marzo, investigadores del Instituto Nacional de Óptica y Electrónica (Inaoe) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) instalaron dos radiómetros para medir el vapor de agua en un área en donde se planea la instalación del Africa Millimetre Telescope, en Namibia.
Detalló que el proyecto lleva cuatro años y el objetivo es monitorear la atmósfera en ondas milimétricas en Sudáfrica y en Namibia, donde se va a construir el radiotelescopio.
El doctor en Astrofísica explicó que llevaron varios instrumentos para realizar mediciones atmosféricas y determinar si el lugar es adecuado para la construcción de dicho dispositivo, similar a una gran antena parabólica, y constatar “que no haya factores atmosféricos o físicos que dificulten la toma de imágenes del radioespectro del universo”.
“Ahí echamos al azar los instrumentos, ahora en esta temporada, en marzo, ahí se van a quedar un tiempo y después nos vamos a reunir en la montaña donde se va a construir el nuevo radiotelescopio, que va a formar parte de la cadena llamada Horizonte de Eventos, que es una serie de telescopios interconectados que hace poco detectó y confirmó a los agujeros negros.
“Entonces eso es lo que hicimos, colocar algunos instrumentos de medición para caracterizar la atmósfera del sitio de construcción y ver qué tan bueno y variable es el lugar para la construcción del telescopio”, indicó.
ASTROFÍSICO INSTRUMENTISTA
Daniel Ferrusca Rodríguez es doctor en Astrofísica, con especialidad en Instrumentación Astronómica, enfocado en la Radioastronomía.
“A lo que nos dedicamos mi grupo de trabajo y yo es a trabajar y desarrollar instrumentos para radioastronomía”.
Resaltó que hay una gran diferencia en la astronomía óptica y la radioastronomía:
“Ya ves que hay diferentes tipos de radiación que vienen desde el espacio, está la astronomía óptica que es la que podemos ver con nuestros ojos y a través de los telescopios comunes que conocemos, con lentes y espejos que amplifican las imágenes, y luego están los radiotelescopios.
“Hay telescopios que captan rayos infrarrojos, ultravioleta, rayos gamma y los radiotelescopios que captan las ondas que son similares a que las emiten la tecnología que usamos para telecomunicaciones”, resaltó.
Explicó que, a diferencia de la astronomía óptica, la radioastronomía tiene “un rango muy amplio y muchas frecuencias de operación”.
Detalló que, por ejemplo, una nube de polvo y gas en el espacio, o la propia atmósfera de la Tierra puede cubrir los objetos de observación, en tanto que la radioastronomía no presenta este problema, ya que las atraviesa para revelar los secretos del Universo.
OBSTÁCULOS DEL OFICIO
Sobre las dificultades que tienen las personas con interés, vocación, talentos y habilidades científicas de esta área del conocimiento, para encontrar una opción educativa y de desarrollo profesional, el astrofísico reconoció que un inconveniente importante es que el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) del INAOE es el único dispositivo de este tipo disponible en México.
“Aquí en México es muy limitada la tecnología que se aplica para radiotelescopios; ahora ya empieza a haber otros proyectos para construir algunos otros radiotelescopios con otros países”.
En cuanto a dónde puede acudir un joven interesado en dedicarse a la Astrofísica y, en su caso a especializarse en el desarrollo de instrumentación para radiotelescopios, Ferrusca Rodríguez señaló:
“Además del INAOE en Tonantzintla, también está el Instituto de Radio Astronomía y Astrofísica de la UNAM, en Morelia”, institución con la que trabajó en la instalación de instrumental de medición en África para la construcción del aparato.
Como otra de las dificultades que enfrenta no sólo la comunidad de astrofísicos, sino de todas las áreas del conocimiento en general, el académico remarcó la fluctuación en las políticas de apoyo y difusión de la ciencia en México.
“Hay altibajos, a veces sí hay temporadas en que podemos acceder a más proyectos, pero otras la situación del país se presenta más adversa y los recursos llegan más limitados (…).
“(…), por eso es por lo que siempre buscamos alianzas con universidades nacionales, como la UNAM, pero también con internacionales, por ejemplo, hemos trabajado con la Complutense de Madrid, en África y con institutos en Alemania y Reino Unido”.
Detalló que esos intercambios son fructíferos, ya que mientras unas instituciones tienen recursos, otras aportan el conocimiento o los recursos humanos para los proyectos.
Incluso destacó que este tipo de experiencias internacionales, cada vez más comunes, han abonado a que los estudiantes de ciencias duras tengan experiencias en el mundo y opten por regresar a su país de origen, lo cual inhibe fenómenos que antes sufría México, como la llamada “fuga de cerebros”.
Por: Arturo Cravioto