El juicio penal contra el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que se sienta en el banquillo, arrancó ayer en un tribunal de Nueva York, en plena campaña presidencial de 2024.
A lo largo de la mañana, el juez instructor Juan M. Merchan, de origen colombiano, rechazó varias mociones de la defensa, entre ellas, que se apartara del caso a Donald Trump.
El magistrado también advirtió al magnate, quien por momentos movía la cabeza con fastidio para expresar su desaprobación y llegó a ser sorprendido durmiendo, que puede ser acusado de desacato en caso de interrupción del proceso.
Trump está acusado de ocultar un pago de 130 mil dólares a la exactriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta a 2006 y proteger su campaña electoral de 2016, que finalmente ganó contra la demócrata Hillary Clinton.
El multimillonario no está acusado por el pago en sí para ocultar una relación sexual que él siempre ha negado, sino por disfrazarlo como gastos legales de la empresa familiar Organización Trump, con una orden de hasta cuatro años de cárcel.
Su suerte estará en manos de un jurado de 12 miembros y seis suplentes que empezaron a ser seleccionados de entre centenares de candidatos y que emitirán un veredicto unánime al cabo de un juicio que se calcula puede durar hasta dos meses.
De los primeros 96 candidatos que entraron en la sala, más de medio centenar levantaron la mano para decir que no serían imparciales y fueron excusados.
Elegidos por sorteo, los candidatos responden a un número para ocultar sus nombres por razones de seguridad y tienen que llenar un minucioso cuestionario sobre sus simpatías políticas, los medios en los que se informan, su imparcialidad y capacidad para definir la sentencia. La selección puede durar varios días.
Una decisión de culpabilidad no sería obstáculo para que se presente a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre contra el demócrata Joe Biden. Tampoco para que ejerza la Presidencia en caso de victoria.
“Persecución política”
Para el republicano, el juicio es una “persecución política” orquestada por los demócratas para impedirle lograr su anhelado sueño de volver a la Casa Blanca.
Este es uno de los numerosos frentes abiertos del magnate neoyorquino que amasó su fortuna en el sector inmobiliario y la construcción de campos de golf, y que denuncia ser víctima de “una caza de brujas”.
El republicano está también acusado de tratar de revertir los resultados de las presidenciales de 2020 y por el manejo que hizo de documentos clasificados que se llevó a su casa cuando dejó la Casa Blanca.
Lejos de impactar su carrera a la Presidencia, estos casos judiciales parecen reforzar su posición entre sus simpatizantes.
Sus acciones se derrumban
En momentos en que el expresidente de Estados Unidos y nuevamente aspirante a la Casa Blanca enfrenta un juicio en Nueva York, las acciones de la compañía de medios de comunicación de Donald Trump, Trump Media and Technology Group (TMTG), se derrumbaron ayer en Wall Street.
Las acciones de TMTG, que controla la red Truth Social del mandatario, perdieron 15.91% a 27.41 dólares hacia las 14:50 GMT, en el primer día del proceso en tribunales.
La valorización de DJT, símbolo del grupo en la pantalla de Wall Street, que alcanzó unos 11 mil millones de dólares en su debut el 26 de marzo, cayó a menos de la mitad desde entonces.
El viernes, valía 4 mil 450 millones de dólares. Ayer por la mañana su precio era de 3 mil 700 millones.
El expresidente es el principal accionista de TMTG, con casi 60% del capital.
(Con información de AFP)
Por: César García Durán