A vivir en cuaresma una transformación para pasar de buenas a mejores personas, convocó el obispo auxiliar Francisco Javier Martínez Castillo, en sustitución del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, durante la misa dominical en la catedral capitalina.
Al recordar el pasaje bíblico en el cual Jesucristo corre a los mercaderes de la iglesia, Martínez Castillo destacó que la molestia de Jesús no es en contra de los mercaderes, sino en contra de los propios religiosos que sacaron a Dios de su corazón.
“Debe quedarnos claro que la molestia no es contra los mercaderes, es en contra de los oferentes, porque se limitaron a cumplir con un rito, a cumplir con un precepto, pero cerraron el corazón, y al hacerlo, se privaron de la oportunidad de encuentro y si no hay encuentro, entonces lo que va a importar van a ser mis ideas y mis proyectos, aun cuando atropelle a los demás”, explicó.
Sentenció que, ante estos tiempos oscuros que se viven, tenemos la oportunidad de cambiar de valores.
“Tenemos la oportunidad de que la factura que nos cobran los tiempos modernos pueda ser de otra manera, en una oportunidad para cambiar los valores, en una oportunidad para cambiar la cultura del descarte, en una oportunidad para estar por la defensa férrea de la vida, en una oportunidad de no hacernos cómplices de las situaciones de injusticia”.
Por Arturo Cravioto