Después de la avalancha de renuncias que ha dejado al Partido Revolucionario Institucional, más que en las ruinas, ahora en las cenizas, aún hay una oportunidad para que ese instituto no pierda su bancada o su representación en el Congreso del Estado de Puebla.
La clave son los suplentes de los seis legisladores ahora expriistas que renunciaron a su Grupo Legislativo y a su militancia, de los que al menos cinco están en la posibilidad de tener que pedir licencia, obligatoriamente, para asumir otros cargos o ir a la competencia electoral.
Me explico: esos seis legisladoras y legisladores son los propietarios de su respectiva curul. Cinco de ellos aspiran a ir como funcionarios o como candidatos, por algún partido de la alianza Seguimos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM).
Pero para concretar esa transición, al menos aquellos que buscan llegar a la administración pública, tendrían que solicitar licencia a su diputación. Los legisladores pueden hacer campaña sin licencia, aunque lo moralmente correcto sería que no lo hicieran.
Efectivamente, todos ellos, Charbel Jorge Estefan Chidiac, Juan Enrique Rivera Reyes, Laura Ivonne Zapata Martínez, Adolfo Alatriste Cantú y Norma Sirley Reyes Cabrera son opositores al todavía presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Néstor Camarillo Medina, quien, dicho sea de paso, también ya anunció que solicitará licencia para contender como primera fórmula en la alianza opositora al Senado de la República.
Al renunciar ellos a su militancia o a su bancada, dejaron al PRI solamente con un integrante y eso, de manera temporal: el mismo Néstor; pasó el tricolor de ser grupo legislativo a ser una representación legislativa.
El tricolor, por primera vez en su historia en Puebla, no tiene hoy una fracción, sino una solitaria representación.
Sin embargo, una fuente nos confirma que los suplentes de esos cinco legisladores, quienes están en la posibilidad de ir a buscar otra posición y entonces verse obligados a solicitar licencia, siguen fieles a Camarillo Medina. Sí, los suplentes sí quieren al nativo de Quecholac, municipio epicentro del robo de combustible.
De ocurrir eso, entonces el priísmo podría recuperar su bancada y, al menos en la tormenta y la crisis que atraviesa por tantas renuncias, incluso de integrantes de su dirigencia, rescatar un resabio de dignidad.
En este ajedrez que involucra al Poder Legislativo de Puebla, un caso se cocina aparte. Se trata del suplente de Camarillo.
Es Rafael Ramos Bautista, un político ya experimentado y muy mesurado, quien antes fue presidente constitucional de Los Reyes de Juárez (2014-2018) y luego presidente del Concejo Municipal de San José Miahuatlán.
Cuando en 2021 se definieron las posiciones legislativas plurinominales, Ramos Bautista quedó como suplente de Néstor, aunque merecía mucho más.
Rafael hoy es subsecretario de Vivienda de la Secretaría de Bienestar del gobierno del estado de Puebla.
Muchos dan por hecho de que, si llega a la curul para suplir a Camarillo, el sobrio político se iría al Grupo Plural, o incluso a alguno de los partidos afines a Morena. Pero eso es una mera especulación.
En medio de todas estas suposiciones e hipótesis, algo es muy cierto: Néstor y su partido, al menos en lo que respecta a la bancada del Congreso del Estado, no está completamente derrotado y las cosas pueden dar un vuelco inesperado.
Tal vez por eso anda Néstor tan rancheramente bravucón contra Morena.