Después de la renuncia del encargado de dirigir la formación de una coalición de gobierno en Países Bajos y tras la victoria electoral de la extrema derecha de Geert Wilders, las negociaciones se estancaron ayer.

Los dirigentes europeos e internacionales observan atentamente si Wilders y su Partido por la Libertad (PVV) pueden formar gobierno con sus socios, que desconfían de sus opiniones radicales contra el islam, la inmigración y la Unión Europea.

Gom van Strien, designado por el líder ultraderechista para dirigir las negociaciones, fue acusado este fin de semana en medios de comunicación neerlandeses de fraude en su antigua empresa.

Estas circunstancias y el tiempo que necesitará para responder a las acusaciones “no son compatibles” con la tarea encomendada, declaró este senador del partido de Geert Wilders.

“Por tanto, he informado a Geert Wilders y a la presidenta del Parlamento de mi dimisión con efecto inmediato de mi cargo”, añadió.

CANCELAN REUNIONES

Strien debía comenzar oficialmente su tarea hoy al reunirse con Wilders, cuyo partido resultó vencedor en las elecciones del 22 de noviembre. Las reuniones fueron canceladas.

El diario NRC indicó el domingo que un antiguo empleador de Gom van Strien, Utrecht Holdings, presentó una denuncia ante la policía sobre un presunto fraude cometido por el senador y otros compañeros, unas acusaciones que el señalado calificó de “infundadas”.

“No es el arranque con el que soñaba”, admitió Wilders el lunes, mostrándose pese a todo optimista en su aspiración al puesto de “primer ministro de este hermoso país”.

El líder ultraderechista indicó que está pensando en un nuevo negociador “más distanciado de la política”, y añadió que podría ser nombrado el martes.

ESTRATEGIA

La estrategia que adopte el político y su formación, el Partido por la Libertad (PVV), es seguida con expectación, ya que su victoria generó recelos más allá de las fronteras de los Países Bajos.

Durante la campaña, Wilders matizó sus posturas contra la inmigración y contra el islam, que fueron su marca de identidad, y afirmó que hay “problemas más graves”.

Pero, su partido sigue defendiendo la prohibición de las mezquitas y del Corán y la organización de un referéndum sobre la permanencia de los Países Bajos en la Unión Europea.

Para gobernar de una forma estable, una coalición necesita 60 escaños del total de 170, pero el fragmentado panorama político implica que se necesita agrupar a cuatro o incluso más partidos para lograr una investidura.

Wilders logró 37 escaños, según los resultados con casi la totalidad de los votos contados. Como la primera mayoría le corresponde formar gobierno.