El saldo de víctimas fatales de los incendios en Hawái, los más mortíferos en más de un siglo en Estados Unidos, alcanza las 93 personas, hasta el cierre de esta edición, y según las autoridades, puede aumentar.
Sólo una pequeña parte de la zona incendiada pudo ser revisada en busca de víctimas. “Ninguno de nosotros conoce todavía la magnitud” del desastre, reconoció John Pelletier, jefe de la Policía de Maui.
El fuego destruyó más de 2 mil 200 estructuras en el pueblo costero de Lahaina, informó la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que estima pérdidas por 5 mil 500 millones de dólares.
Las críticas por la reacción de las autoridades aumentan. Los residentes se quejan de la falta de advertencias sobre la llegada del fuego.
Lahaina, un pueblo de más de 12 mil habitantes, quedó en ruinas y sus tiendas, hoteles, viviendas y restaurantes quedaron reducidos a cenizas.
Este es el incendio más mortífero desde 1918, cuando 453 personas murieron en Minnesota y Wisconsin, según el grupo de investigación.