El último Major de la temporada, que vio consagrarse por tercera vez en su historia como profesional al norteamericano Brian Harman, entregó el último de los trofeos estelares en juego de 2023, con una superioridad de 13 golpes bajo par y una ventaja de seis sobre los segundos lugares.
Con una superioridad de cinco impactos para comenzar la cuarta ronda en Hoylake, el estadounidense nunca dijo algún atisbo de duda sobre un campeonato que comenzó a construir a partir de la segunda ronda sobre los demás golfistas.
A los bogeys en los hoyos dos y cinco, el zurdo supo responder con un regreso al par en el séptimo espacio, para finiquitar su actuación con dos birdies en el 14 y 15 y un par en el 18 para firmar unas tarjetas de 67-65-69-70 que lo convirtieron en el tercer siniestro en ganar The Open en 151 años.
Tras el resultado, el jugador de 36 años afirmó que un encuentro con un aficionado durante el sábado, que le aseguró no podría ganar, fue lo que le motivó para concretar su victoria. “Ahí me dí cuenta de que tenía el juego necesario para ganar. Eso me impulsó la confianza para el resto del torneo”.
Con tres títulos dentro del PGA Tour, Harman sumó su quinto título como golfista aunado a los conseguidos en la eGolf Professional Tour y el QBE Shootout de 2018. Como parte del circuito más importante del mundo, el norteamericano no ganaba un torneo desde 2017 cuando venció en Wells Fargo Championship.
El título de este domingo le significó llevarse un cheque de tres millones de dólares y el ingresar a los registros con el mote de Golfista del Año 2023, al tener una escolta de lujo con Jon Rahm, Tom Kim, Sepp Straka y Jason Day igualados en la segunda posición.