El licenciado Fojaco está enojado porque la prensa insiste en que “no hay nada para nadie”.
—¿Cómo que no hay nada para nadie? Si me la paso subiendo encuestas y encuestas en las que estoy en los primeros lugares. Ya les dije que si no me dan lo que quiero me voy del partido. ¿Qué no sirven los boletines que manda diario el gato este de prensa? Todos los días el licenciado Menchaca les manda a esos “perros” su boletín con foto y video. Y no hay nada para nadie, carajo, lo que quieren es dinero, pero no les voy a dar nada a esos muertos de hambre.
El licenciado Manubrio que lo observa le sugiere que vayan a un carrusel de medios, principalmente los electrónicos, “esos nunca dicen nada, nomás flotan”.
—Tienes razón Manubrio. Los de los periódicos son de la prensa gacha, en cambio los del radio, esos nadan de “a muertito”.
—Ahorita arreglo la charla, Fojaco. Le hablo al licenciado Mimí, que es cuate y con una de Bacardí nos apoya.
El licenciado Manubrio va a su despacho y le marca por teléfono al licenciado Mimí.
—¿Bro?
—Sí, quién habla.
—Bro, hermanazo, brocito, mi líder; futuro miembro de mi gabinete te habla Manubrio.
—Bro, bro, bro, ¿qué milagro? La última vez que te vi me dejaste con la cuenta en el table, condenado. Y me la debes, ¿eh?, me la debes. Nada más porque ahí estaba una ucraniana, que ¡uf!
—Ah qué Mimí tan enamorado, oye bro., fíjate que ves que ando con Fojaco y pues necesita que hable de él, de su posicionamiento. Ayuda a tu amigo. Ya sabes que ahorita no hay recurso, pero ahora que llegue, pues tú sabes, caerá maná del cielo.
—No se hagan si con lo que pagan en las encuestas se llevan millones, ¿cómo quieres que les demos espacio si no apoyan?
—Ya sé Mimí, pero no es culpa mía. Ahora que lleguemos, Fojaco te lo sabrá agradecer. Tu reino no tendrá fin. Ayuda con un espacio ahí en tu noticiario. Cinco minutos, nada más.
Al otro día, en el espacio radiofónico de Mimí, comienza la charla:
Licenciado Mimí: “¿cómo le va, licenciado Fojaco?, ¿cómo ve las cosas en Puebla?”.
Licenciado Fojaco: “Licenciado Mimí, antes que otra cosa, quisiera agradecerte a ti y a tu amable auditorio que nos honran al escucharnos.
Licenciado Mimí: Ya está listo para jugar la grande.
Licenciado Fojaco: Se nota el gran olfato periodístico que te caracteriza, mira yo quisiera hacer un llamado a las y los poblanos para que lleguemos en unidad para 2024.
Licenciado Mimí: la política se ha pervertido.
Licenciado Fojaco: Se nota el gran olfato periodístico que te caracteriza, es un llamado con la finalidad de que como sociedad se restituya el tejido social.
Licenciado Mimí: el tejido social está roto.
Licenciado Fojaco: Se nota el gran olfato periodístico que te caracteriza…
Llevamos casi un año y faltan alrededor de cinco meses en el que este es el cuento de nunca acabar. Entrevistas aburridas. Boletines que nadie lee pero que inundan los correos y las cuentas personales de Whastapp.
Las corcholatas poblanas no presentan ninguna propuesta nueva, esta elección se parece muchísimo a las elecciones que se vivieron en 2004 y 2010. En vez de Fojaco era López Zavala o Mario Marín. Sus coordinadores de campaña eran exactamente los Manubrio y los Menchaca y en la radio las preguntas eran exactamente las mismas de siempre.
Aunque eso sí, hoy por hoy, aunque se enoje el licenciado Fojaco, no hay nada para nadie.