Los Denver Nuggets tienen hoy la cita más importante de su historia. Con un triunfo ante su público, el equipo de Nikola Jokic se coronará por primera vez campeón de la NBA, pero para eso tendrá que batir a unos Miami Heat que crecen en la adversidad.

En sus primeras Finales en 47 años en la liga, Denver tiene una cómoda ventaja de 3-1 que refleja su dominio sobre los Heat de Jimmy Butler.

Jokic ha dirigido con maestría, afinada por un técnico, Michael Malone, y una dirección deportiva que trabajan al unísono desde hace ocho años.

Las estadísticas benefician a los Nuggets para culminar su fabulosa temporada, en la que lograron el primer lugar de la Conferencia Oeste y vencieron de paso a los Lakers de LeBron James.

Los Heat no quieren renunciar a repetir una hazaña, que está todavía muy presente en la memoria de aficionados y jugadores de la NBA. Tan viva está que todavía puede ser relatada a sus compañeros de Miami por el veterano ala-pívot Kevin Love, quien era socio en aquel entonces de LeBron en Cleveland.

CON INFORMACIÓN DE AFP