El terremoto que azotó el sudeste de Turquía y el norte de Siria en febrero destruyó los medios de subsistencia de 828 mil trabajadores, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El sismo, que dejó más de 56 mil muertos en los dos países, generó una reducción en la actividad equivalente al trabajo de 658 mil personas en Turquía, según una evaluación de esta agencia de la ONU.

En Siria, un país devastado tras 12 años de guerra civil, cerca de 170 mil trabajadores perdieron su empleo tras el sismo. “La creación de empleos es esencial para una respuesta eficaz e inclusiva a esta catástrofe”, dijo el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, en un comunicado.

En las provincias afectadas de Turquía viven más de cuatro millones de trabajadores, la mayoría empleados en la agricultura, la industria manufacturera, el comercio y otros servicios de bajo valor añadido. Una conferencia internacional de donantes celebrada en Bruselas comprometió 7 mil 500 millones de dólares en ayudas.