Ocho personas, entre ellos cuatro niños, murieron por un deslizamiento de tierra tras las fuertes lluvias en Manaos, según las autoridades, mientras los bomberos continúan la búsqueda de víctimas.
El país sufre temporales devastadores atribuidos al calentamiento global y a un urbanismo descontrolado.
En febrero pasado, derrumbes causados por precipitaciones récord dejaron 65 fallecidos en el litoral del estado de Sao Paulo. Se estima que 9.5 millones de personas viven en áreas de riesgo.