Aún está tibia la silla que ocupó la antecesora de Omar Álvarez Arronte, Elsa Bracamonte, y ya el tufo de corrupción es perceptible en todo el cerro de La Paz, la colonia en donde está avecindada la Secretaría de Movilidad y Transporte, que ya vio pasar a su tercer titular en el periodo de gobierno que arrancó el 1 de agosto de 2019.
Dicho de otra manera, Álvarez Arronte no ha terminado de acomodarse en ese asiento y ya los rumores sobre las herencias que encontró, corren entre las personas que tienen vínculo con esa institución que ha propiciado negocios y utilidades para todos.
Ahora se sabe que Bracamonte decidió convertir en proveedora a la empresa Ingeniería e Inmobiliaria Centralizada THEEC SA de CV, pero no para desarrollo de infraestructura, sino para la proveeduría de carpas, sillas, equipo de cómputo y alimentos para personal de la propia dependencia que participó en operativos de revista vehicular… ¡Qué no hicieron!
No sólo persiste la sospecha por la compra de un servicio que no era indispensable, pues a partir del estallido de la pandemia, el pase de revista vehicular fue catalogado como “no esencial” debido al confinamiento del que todos fuimos objeto por parte del Sector Salud.
Y es que a menos que el objeto social en el acta constitutiva de la firma empresarial Ingeniería e Inmobiliaria Centralizada THEEC SA de CV sea tan amplio como para proveer servicios de catering a instituciones públicas o privadas, todo apunta a una componenda.
En agosto del año 2020, esta misma proveedora de la Secretaría de Movilidad y Transporte, a cargo de Elsa Bracamonte, compitió en el proceso de licitación para hacerse del contrato en el ayuntamiento de la capital de Puebla, gobernada entonces por la morenista Claudia Rivera.
Se trató de una licitación nacional para intervenir en 9 vialidades primarias entre las que se encontraban los bulevares Atlixco, del Niño Poblano, la avenida Juárez y la 43 Poniente, entre otras, para las que se lanzó la licitación 021/2020.
En las últimas horas, un número indeterminado de colaboradores comenzó con lo que parece una “operación rescate”, con la idea de mantener vigentes acuerdos y negocios con los proveedores de la dependencia, de la que este viernes habrá cumplido una semana de haber salido Elsa Bracamonte.
La idea de que los arreglos por debajo de la mesa siguen vigentes, pues Bracamonte dejó todo “en orden”, parece difícil de creer cuando se tiene a un sustituto con las características de Álvarez Arronte.
No resulta extraño suponer que en este contexto, existan perfiles que muestren sorprendidos por el desempeño para el que fueron contratados, sin experiencia en materia de movilidad y transporte, como el sommelier Elías Miguel Fernández Chequer, del que ya habían dado cuenta reportes de prensa en el pasado, y cuya función había sido la de asesorar a Elsa Bracamonte.
Más o menos en esa misma condición se encuentra un conjunto de asesores, cuya especialidad se encuentra en la parte más nubosa de la sospecha, pero que devengan entre 15 y 20 mil pesos sin que tengan que despeinarse siquiera. La historia es larga y continuará…
Parabólica.mx
@FerMaldonadoMX
Fernando Maldonado