Dos jóvenes sobrevivieron 11 días después del terremoto. Los rescatistas turcos salvaron a una joven de 17 años y a una mujer veinteañera de entre los escombros de unos edificios que se derrumbaron por el devastador sismo, aunque cada vez hay menos esperanzas de encontrar supervivientes.
Aleyna Olmez, de 17 años, fue rescatada 11 días después de que se produjera el terremoto de magnitud 7,8, que destruyó ciudades enteras y dejó casi 40 mil muertos en el sureste de Turquía y en Siria.
“Parecía estar bien. Abrió y cerró los ojos”, explicó Ali Akdogan, un minero que participó en las labores de rescate en Kahramanmaras, una ciudad próxima al epicentro del sismo. “Hemos estado trabajando aquí, en este edificio, desde hace ya una semana. Vinimos con la esperanza de escuchar algo”, afirmó.
“Nos alegramos cuando encontramos algo con vida, aunque sea un gato”, agregó. El tío de la chica, con lágrimas en los ojos, abrazó uno por uno a todos los socorristas, diciéndoles: “Nunca les olvidaremos”. El canal NTV indicó luego que Neslihan Kilic, una mujer veinteañera, fue rescatada 258 horas después del primer temblor en esa misma ciudad. Según CNN, Türk, más de 250 personas fallecieron en el complejo donde fue hallada con vida la joven Kilic.
TENSIONES MIGRATORIAS
Un voluntario turco arrastró a un sirio con la cara ensangrentada al asegurar que lo sorprendió mientras robaba entre los escombros de un edificio derrumbado por el sismo de la semana pasada, hecho que acentuó las tensiones migratorias.
“¡Estaba robando!”, grita. Una acusación que se asemeja a otras vertidas en los últimos días contra los migrantes en Antakya y otras ciudades turcas que quedaron devastadas por el terremoto.
Turquía aceptó que cerca de cinco millones de personas, unos cuatro millones procedentes de Siria, se instalaran en su territorio para atajar la afluencia de migrantes hacia la Unión Europea en 2015-2016.
Un gesto generoso que tocó límites cuando la economía de Turquía se desmoronó y el coste de atender a los refugiados se convirtió en un problema, a finales de 2021.
TOLERANCIA
Gran parte del enojo nace de las acusaciones de robos y saqueo. El terremoto echó abajo miles de edificios y dejó los bienes personales de la gente a la vista de todos, en plena calle.
Turquía impuso el estado de emergencia en la zona afectada, lo que permite al Ejército intervenir y, a la Policía, adoptar medidas de seguridad extraordinarias.
Pero los recursos escasean y los nervios están a flor de piel en lugares como Antakya, que en otro tiempo fue una encrucijada de civilizaciones, un modelo de tolerancia cultural y religiosa en Turquía.
41 mil personas muertas por el terremoto
El balance del terremoto del 6 de febrero en Turquía y Siria superó los 41 mil muertos este jueves, según los recuentos oficiales actualizados que continúan en aumento conforme pasan los días.
Según las autoridades y fuentes médicas de ambos países, 38 mil 044 personas fallecieron en Turquía y 3 mil 688 en Siria, lo que eleva el total a 41 mil 732 fallecidos.
Turquía suspendió las operaciones de rescate en algunas regiones, y el gobierno sirio hizo lo mismo en zonas bajo su control.
Ahmad Salami, un sirio de 31 años, padre de cinco hijos, afirmó que pasó los primeros días después del sismo intentando salvar vidas. “Saqué a 20 personas de entre los escombros, once turcos y nueve sirios”, explicó.
El terremoto derrumbó miles de edificios y dejó los bienes personales de la gente a la vista de todos, en plena calle. Turquía impuso el estado de emergencia en la zona afectada, lo que permite al ejército intervenir y, a la Policía, adoptar medidas de seguridad extraordinarias.
Pero los recursos escasean y los nervios están a flor de piel en lugares como Antakya, que en otro tiempo fue una encrucijada de civilizaciones, un modelo de tolerancia cultural y religiosa en Turquía.
Minutos después de que los voluntarios turcos se llevaran de allí al sirio, herido, un hombre con chaleco reflectante se acercó a otro migrante que llevaba consigo una bolsa de plástico medio llena.
CON INFORMACIÓN DE AFP