Mercedes, escudería ocho veces campeona del mundo de Formula 1 de constructores, presentó el miércoles su monoplaza 2023 con la esperanza de poder volver a la lucha por el título, tras un año 2022 lleno de problemas aerodinámicos que le impidieron rivalizar con la competencia.
El gris tradicional de las “flechas plateadas” que lucía el W13 en 2022 deja lugar al negro, principalmente para reducir el peso del monoplaza.
“El año pasado estábamos en sobrepeso, este año hemos intentado ver si podíamos perder algún gramo”, dejando algunas piezas de carbono sin pintar, explicó el director de la escudería Toto Wolff, durante la presentación online del W14.
“No descuidaremos ningún detalle en nuestro afán por ahorrar cualquier milésima de segundo”, añadió.
– Esperanzados pero prudentes –
El principal desafío para Mercedes esta temporada será volver a la lucha por el título, tras una temporada 2022 llena de altibajos y con una sola victoria del equipo en 22 carreras, la de George Russell en el GP de Brasil.
Pese al tropiezo, “todavía me gusta correr, creo que mi ADN nunca ha cambiado, siempre he pensado que podía mejorar”, aseguró el piloto de 38 años, cuyo contrato con Mercedes termina al final de la temporada.
“Nuestras esperanzas están puestas en poder competir por un campeonato del mundo, pero nuestros rivales eran muy fuertes el año pasado, y tenemos que recuperar nuestro retraso”, admitió Toto Wolff.
En 2022, el constructor alemán, tan exitoso estos últimos años, intentó como pudo deshacerse de sus problemas principalmente ligados a la aerodinámica del monoplaza.
El W13, que nació de un concepto aerodinámico único tras la entrada en vigor hace un año de un nuevo reglamento, se lo puso difícil a sus pilotos.
El nuevo monoplaza conserva las cualidades de su predecesor, pero Wolff es prudente: “Estamos en el camino en el que queríamos estar en términos de rendimiento, pero no sabemos cómo están los demás, creo que debemos mantenernos humildes, especialmente después del año pasado”.