El escándalo de la declaración de la culpabilidad de Genaro García Luna y la marcha de ayer domingo de la oposición a Morena, con el pretexto de que “el INE no se toca”, dan inicio formal a la batalla electoral de 2023 y que culminará en 2024 con la sucesión presidencial y la renovación del Poder Legislativo federal y local y Ejecutivo en no pocos estados. Una palabra resume la situación actual en México: Polarización in crescendo.

Primero pongamos orden y hagamos juicios objetivos. El duro golpe del veredicto de culpabilidad para Genaro García Luna es brutal para el PAN. Sí, pega a sus gobiernos, a sus líderes y a su credibilidad en todo el país. Su añejo lema de que era el partido que luchaba contra la corrupción se cae a pedazos. No solo no combatió al crimen organizado en el sexenio de Felipe Calderón, sino que su principal policía era su aliado y protector. Patético.

Habrá que medir cuánto le pega en preferencias preelectorales al blanquiazul y sus ahora aliados, PRI y PRD. Con encuestas serias.

Hay que evaluar la marcha de opositores a López Obrador y su movimiento en Ciudad de México, muchas capitales del país y hasta varias ciudades en el extranjero.

Es evidente que sí hay todo un grupo que se opone al gobierno de Morena y ha sabido usar el tema del “INE no se toca” para atacarlo puntualmente. Hay millones que se oponen al presidente y su partido, es un hecho. Y ayer llenaron el Zócalo de la Ciudad de México, también es innegable. Son todos los que no votaron por AMLO y su partido, y obviamente están saliendo a las calles. Bastante aguerridos, pero también bastante desinformados, porque la enorme mayoría ni siquiera ha leído el mentado “Plan B” que quiere reformar al INE.

Sin embargo, aún llenando el Zócalo capitalino y marchando en muchas ciudades, las preferencias electorales siguen favoreciendo a Morena en todo el país.

Entonces, ¿la marcha convocada por los opositores a López Obrador no demuestra que la gente no quiere al presidente y su partido? Sí, obvio. Pero es la gente que de por sí no simpatiza con él. Son los panistas, los pocos priistas y los cuatro perredistas que quedan en el país.

Y desde luego ciudadanos que o no votaron por AMLO y muchos que están desilusionados de él. Son miles. Órale, millones. Pero aún no son mayoría para ganarle una elección si ésta se llevara a cabo hoy.

El balance objetivo es que si bien sí llenaron el Zócalo los opositores a AMLO y derrumbaron el mito de que solo las huestes morenistas lo podían hacer, Morena sigue a la cabeza en preferencias electorales entre la mayoría de votantes del país. Y el escándalo de García Luna creo que les pegará aún más.

No sé si crezca la oposición en los siguientes meses. Por el momento no sucede en las mediciones serias. Pero tampoco es imposible que suceda. Eso que también lo reflexionen los morenos a ultranza: Sí hay oposición y les puede dar un susto si se dividen para la Presidencia y gubernaturas. Entiéndanlo también.

 

Al Pie de la Letra

Rodolfo Rivera Pacheco