Los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs se enfrentan en el Super Bowl el domingo con todas las miradas puestas en sus jóvenes ‘quarterbacks’, Jalen Hurts y Patrick Mahomes, la gran estrella actual de la liga de football americano (NFL).
El mercado de apuestas ha ido variando ligeramente a medida que se acerca la hora de la patada inicial (23H30 GMT) en Glendale (Arizona).
Los Eagles, el mejor equipo de la temporada, se mantenían como favoritos pero los Chiefs de Mahomes, ganador esta semana del premio MVP del año, estrechaban la distancia.
Sobre el papel, las estadísticas apuntan a uno de los Super Bowls más igualados de los últimos tiempos: ambos equipos tienen un balance idéntico de 16 victorias y 3 derrotas en esta campaña y, aún más sorprendente, han anotado exactamente el mismo número de puntos: 546.
A pesar de los elevados precios de los boletos y los hoteles, bares y restaurantes del área de Phoenix se llenaron de seguidores de Eagles y Chiefs, a los que se unieron muchos con camisetas de otras franquicias, para disfutar del gran espectáculo del deporte estadounidense, que contará con el regreso a los escenarios de Rihanna para el ‘show’ del medio tiempo.
Trabajadores y equipos de retransmisión del State Farm Field, con capacidad para 63.000 espectadores, realizaban los preparativos finales, mientras a aquellos interesados en comprar boletos a última hora se les pedían al menos 4.000 dólares por los asientos más baratos aún disponibles.
– El factor lesiones –
Entre muchos otros alicientes de la edición 57 del Super Bowl, Mahomes y Hurts se convertirán en los mariscales de campo más jovenes que se enfrenten por el título de la NFL y también en la primera pareja de ‘quarterbacks’ negros en jugar esta final.
Mahomes, de 27 años, fue reconocido esta semana con su segundo premio MVP y Hurts, de 24, disipó todas las dudas este curso consolidándose como uno de los ‘quarterbacks’ de élite.
El estado físico de los dos mariscales de campo texanos puede ser un factor importante en el resultado, ya que ambos han arrastrado problemas físicos en estos playoffs.
Mahomes se lesionó el tobillo derecho en el primer partido de postemporada pero se mantuvo en el campo incluso cojeando hasta clasificar a los Chiefs a su tercer Super Bowl en los últimos cuatro años, después del triunfo en la campaña 2019 ante los San Francisco 49ers y la derrota un año después frente a los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady.
Un segundo anillo el domingo consolidaría a Mahomes como el gran heredero del recién retirado Brady, los dos únicos ‘quarterbacks’ en jugar tres Super Bowls en sus cinco primeras campañas como titulares en la liga.
Hurts, por su parte, también ha tenido problemas en un hombro que podrían haber influido en su menor protagonismo en playoffs respecto a la temporada regular.
El ‘quarterback’, una doble amenaza tanto en el pase como en la carrera, espera ser decisivo el domingo para brindarle a los Eagles el segundo título de su historia tras el de la campaña 2017 ante los New England Patriots que entonces comandaba Brady.
Si Mahomes contará al lado con su eterno socio Travis Kelce, uno de los mejores ‘tight ends’ de la historia, Hurts tendrá a su disposición a dos explosivos receptores en A.J. Brown y DeVonta Smith.
Se espera que más de 100 millones de aficionados estadounidenses sigan este año el Super Bowl, un partido que acapara 30 de las 32 retransmisiones más vistas de la historia televisiva del país.