El abogado michoacano José Refugio Rodríguez ha iniciado la cruzada para, desde México, solicitar se autorice el traslado de El Chapo a nuestro país, sin embargo, el tratado entre México y Estados Unidos para la Ejecución de Sentencias Penales podría ser su principal obstáculo e impedimento para retornar al país.
Bajo el concepto de entrega diferida, el Estado Mexicano podría solicitar al país vecino que se traslade a Joaquín Guzmán Loera, para que haga frente a los 11 procesos penales que tiene vigentes en México por delitos como delincuencia organizada y contra la salud, relató en entrevista exclusiva para Quadratín.
En una carta y también en un mensaje enviado a una hermana, Joaquín Guzmán Loera, “nos pidió que siguiéramos luchando para que venga para México. Es lo que nos queda, que regrese. Es difícil, es sumamente difícil, porque si Estados Unidos no quiere no tenemos un tribunal internacional al que apelar”, dijo José Refugio Rodríguez.
De edad madura, nativo de Antúnez y egresado de la nicolaita, el abogado Cuco Rodríguez revela que depende al sinaloense desde hace una década.
Revela que apenas el miércoles pasado se dio la entrevista entre el Chapo Guzmán y su familia.
Con vestimenta informal, el defensor se acomoda los lentes, entrelaza las manos y confirma que apenas se hará la solicitud formal al gobierno mexicano.
Resalta la posición asumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de las mañaneras y la postura del canciller Marcelo Ebrard, quien prácticamente dio por descontada toda posibilidad, una vez dictadas las sentencias en la corte neoyorquina.
Por eso, Refugio Rodríguez anticipa:
“Y será una lucha larga y adversa, porque para el vecino del norte, sus políticas son garantistas, por lo que no se ajusta a tribunales contenciosos internacionales, nada de naciones unidas, Corte Penal Internacional o Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
Sin embargo, ante los ojos de uno de los abogados más controversiales del país, por los clientes que depende, esperan poder convencer a la Cancillería, porque se acepte la solicitud de hacer el traslado, con base al tratado entre ambos países para la Ejecución de Sentencias Penales.
Pero no basta con que exista un convenio, que el canciller Marcelo Ebrard quiera o se recurra a argumentar el derecho de las personas sentenciadas a estar cerca de sus familias para garantizar el derecho a la reintegración, se precisa de que Estados Unidos autorice el traslado y cumplir otras condiciones, que puede aprovechar el gobierno de Joe Biden para negarse a la solicitud.
De entrada, de acuerdo con el Artículo V., “Todo traslado conforme al presente Tratado se iniciará por la Autoridad del Estado Trasladante. Nada de lo dispuesto en el presente Tratado impedirá a un reo presentar una solicitud al Estado Trasladante para que considere su traslado”.
Asimismo, podría generar suspicacias al Gobierno de Estados Unidos el hecho de que este tratado permite al Gobierno de México perdonarles a sus ciudadanos trasladados a nuestro territorio la pena impuesta a El Chapo, ello significaría que nuestro país vecino entrega a ojos tapados a México, con la fe de que se va a garantizar que cumpla su pena y no reincidirá en fuga u otras actividades ilícitas que repercutan en la vida interna de la unión americana.
Pero ¿por qué importa tanto a los gringos la permanencia de El Chapo en sus prisiones?
No solo es cuestión de justicia por el hecho que la ley señala como delito, sino de ejemplo, al mero estilo medieval, cuando el castigo era público porque era ejemplo para otros. Es el mensaje de cero tolerancia y castigo ejemplar para todos los que atenten contra esa nación, que no importa a donde vayan, los van a encontrar y castigar.
A los infractores, “los buscan, no importa donde estén, ¿por qué?, los usan como ejemplo, y Joaquín Guzmán es una figura que pretenden tener como ejemplo”, aseguró el abogado penalista.