Elocuencia con voz de mujer
La secretaria de Finanzas, María Teresa Castro Corro, no sólo ha dado muestras de experiencia y destreza en el manejo del dinero de Puebla y también para cumplir a su jefe, el gobernador Miguel Barbosa, que tiene una bien ganada fama de exigente.
Este domingo que el gobierno del estado convocó a presidentes municipales para realizar la entrega de 300 patrullas nuevas que permita garantizar la seguridad en pequeñas localidades, la funcionaria dio muestras sobradas para la improvisación en el discurso, sin leer una sola línea.
¿Será?
El antojo de los ediles
Por cierto que a los ediles que ayer domingo estuvieron en la explanada del Centro Integral de Servicios para recibir la dotación de vehículos para patrullas a sus lugares de origen, se les hizo agua la boca, pero no por la barbacoa y carnitas con que el Gobierno del estado los consintió en una comida ofrecida con motivo de fin de año.
El realidad fue el antojo vino de otro flanco, el reeleccionista. El gobernador Miguel Barbosa se los dijo en público, a manera de broma, que encierra una gran verdad.
Ahí está por ejemplo el presidente municipal de Libres, Armando Ruiz Solís, que ayer fue orador en el CIS, a quien se le cuecen las habas, como decían las abuelitas. Nomás es cosa de que le ponga seriedad a sus acuerdos y compromisos, y en una de esas se le hace.
¿Será?
Inocente palomita…
No por ser maliciosos, pero cada vez se nota más la ausencia de un buen secretario de Gobernación en el municipio de Puebla, que sea capaz de dialogar y persuadir en la arena política y no sólo polemizar con colectivos y esferas de poder, como es el caso de Jorge Cruz Lepe.
La semana pasada, la bancada del PRI en el Congreso local le mandó a decir que si tanto interés se tiene por conseguir la aprobación en la Ley de Ingresos para 2023 con el Derecho de Alumbrado Público, deberán convencer al grupo legislativo del Partido Acción Nacional, que coordina Eduardo Alcántara Montiel, permanentemente atacado en redes sociales, supuestamente desde la oficina del propio Cruz Lepe.
¡Qué lío!
¿Será?