La verdad no peca, pero incomoda, dice con sabiduría el refranero popular cuya carga filosófica esta fuera de toda duda. Lo utilizan a conveniencia en todos los estratos sociales, incluso quienes con anodina conducta, se encuentran en las clases privilegiadas.
Por ello conviene recuperar un episodio del pasado, cuado por conveniencia económica cientos de miles de familias fueron sometidas al más indigno trato de quien ofreció que lo mejor estaba por venir.
En lugar de ello, abrió la puerta a una clase política improvisada, pero acostumbrada a la vida cómoda con dinero ajeno.
En febrero de 2015 el autor de la columna escribió en la Parabólica un pasaje que desnudaba la manera de operar de los verificentros del panismo, y que hoy ofrecen una realidad completamente diferente (http://fernandomaldonadoglz.blogspot.com/2015/02/verificentros-el-martirio.html?q=Verificentros).
“El sistema de verificación vehicular en Puebla nos ha obsequiado una imagen del México de los ’70: viejo, obsoleto y corrupto para beneficiar a un selecto grupo que simpatiza el gobernador Rafael Moreno Valle.
“La noche de ayer (15 de febrero de 2015), cercana la víspera para la terminación del plazo para obtener el engomado las filas de automotores a las afueras de los inmuebles era escenificación del pasado que pretendió tutelar con enorme deficiencia todos los servicios con resultado desastroso.
“De clase media, una familia salió la noche del miércoles de una zona de alta plusvalía para llevar cobertores y comida a quien hacía lista de espera desde medio día y que pasaría ahí la noche, abnegado.
“Oda al absurdo en un gobierno que conquistó el voto de ese segmento social en 2010 con un sofisma imborrable: ‘abre los ojos, lo mejor está por venir’.
“El jueves por la tarde, con más de 15 horas de espera ciudadanos molestos, cansados, indignados decidieron tomar las instalaciones de estos establecimientos ante la falta de respuesta a una demanda pertinente.
“Lejos de las zonas de conflicto, Mario Rincón González el responsable de operar el retiro de las concesiones a antiguos prestadores de ese servicio bajo la premisa de terminar con presuntos actos de corrupción, hablaba sin pudor ni sudor en estaciones de radio del programa convertido en nido de ladrones.
“Suficiente marcar el número telefónico 2221849932, contestará Carlos Astudillo, un ‘facilitador’ o ‘gestor’ que ofrecerá un ‘llave en mano’ por 800 pesos para evitar el trauma que supone llevar el trámite por causes legales.
‘Hay formas de no llevar los carros, así se evita el riesgo de que no pasen y ya no tendría que invertirle en mecánico y volverlo a llevar; o también me los puedo llevar, como usted diga’, me dice en una charla telefónica cuya grabación esta en poder del reportero.
– ¿Cuál es el camino más corto?, preguntó.
– Le recomiendo que no lo lleve, yo le entrego su engomado.
– ¿Eso cuánto cuesta?
– Cobro 800 pesos.
“Este tipo de ‘gestores’ operan una red de corrupción que se extiende por toda la zona metropolitana de Puebla que ha permitido un flujo de capital incalculable para todos los involucrados”, se documentó hace siete años.
Hasta aquí la cita. La secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique dijo al autor de la columna que esos pasajes de innegable corrupción en el gobierno del Partido Acción Nacional quedaron lejos, en el pasado.
No existe forma que quien busque tramitar su verificación sea sometido a espera interminable, y tampoco que los engomados sean encontrados en el mercado negro. La diferencia de un ates que unos extrañan y el presente contrastable.
@FerMaldonadoMX