La inmersión tecnológica en el día a día cada vez es más común en los ambientes laborales o personales, sin considerar el impacto en la salud, como el aumento en los niveles de estrés conocido como: tecnoestrés.
Como la tecnología, el tecnoestrés derivó en nuevos riesgos emergentes considerados a consecuencia del uso tecnológico y que se les asocia diversos términos. Algunos son: “vamping”, “phubbing”, “nomofobia”, “smombies” y “Text-Neck”.
La hiperconexión digital ocasiona un transtorno por el uso del dispositivo móvil durante la madrugada que resta horas de sueño al cuerpo, causando un grave daño a la salud. La mayoría de los casos se registra en adolescentes y afecta su rendimiento académico que incide en las relaciones interpersonales, principalmente con sus padres. Este término comenzó a utilizarse en el 2016 y se asocia a la conexión de redes sociales durante la madrugada “como si fuera un vampiro”.
El “phubbing” se refiere al desprecio hacia otras personas que afecta el sentido de convivencia; es decir, se ignora a una persona por prestar atención al dispositivo movil. Las causas del también conocido “ningufoneo” son el acceso a datos ilimitados a internet que permite la hiperconexión, temor a desconocer algun evento relevante en redes sociales, las notificaciones constantes en redes, la interacción permanente con pantallas, entre otras.
La pérdida del contexto real por la fijación a la pantalla del teléfono celular es conocida comúnmente como “smombies”. Cada vez es más común observar en las calles a peatones que caminan despacio, aletargados y sin prestar atención a su entorno, porque su atención está enfocada en su teléfono inteligente. De hecho, algunas ciudades en el mundo han implementado carriles en espacios públicos asignados únicamente a usuarios de teléfonos inteligentes, pues el riesgo de seguridad es significativo.
Una de las enfermedades más comunes posiblemente sea la “nomofobia”, y ocurre cuando existe la necesidad de estar constantemente conectados al ecosistema digital; bajo este contexto, para el usuario no es posible pasar más de 24 horas sin utilizar un dispositivo inteligente. Se trata de un miedo irracional a la incomunicación a través de internet.
Finalmente, el “Text-Neck” que son afectaciones físicas en la zona cervical por la postura incorrecta que se adopta cuando se está hiperconectado. La consecuencia de estas enfermedades es una vida sedentaria e incluso de obesidad, son enfermedades crónicas no transmisibles, pues la conducta es la que propicia su propagación.
Ecosistema Digital
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares